Se operó más de 10 veces para que no le digan cosas terribles en la calle
Nikkita Slayer tiene 22 años. Su padre la echó a la calle y tuvo re salir adelante sola. La historia que conmovió a todos.
Con solo 22 años, Nikkita Slayer se convirtió en un símbolo de resiliencia. La joven creadora de contenido erótico y vlogger de viajes construyó su éxito sobre las cenizas de un pasado marcado por el abuso intrafamiliar, la transfobia y el desarraigo. Su historia revela el costo humano de la discriminación y el camino tortuoso hacia la autenticidad.
Infancia fracturada
Nacida en Recoleta pero criada en Moreno desde los 5 años, Nikkita enfrentó su primer trauma a los 8: "Mi hermana de 12 abusó de mí. Durante años creí que era algo consensuado", confesó a TN. El episodio marcó su desarrollo sexual -se identifica como pansexual- y anticipó una cadena de violencias.
La convivencia con sus hermanas mayores fue un campo minado: "Relación de amor-odio, con conflictos permanentes". A los 10 años volvió con su padre, donde comenzó su calvario identitario.
El destierro familiar
A los 19, cuando anunció su transición, su padre la echó de casa. "Dijo que lo respetaba, pero me dejó en la calle", recordó. Vivió un mes en casa de amigos hasta vender el auto que le habían regalado y alquilar su primer monoambiente. "Ese destierro fue mi renacimiento", reflexionó.
La cirugía como armadura
Diez intervenciones quirúrgicas (feminización facial, implantes mamarios, glúteos, múltiples rinoplastias) y miles de dólares invertidos responden a una paradoja: "Si la sociedad no me hubiese violentado, quizá no me habría operado tanto. Pero necesitaba que me vieran como mujer".
El costo supera el de un departamento: "Mi cuerpo es mi obra de arte", justificó. Sin embargo, reconoció la adicción estética: "Siempre veo algo para mejorar".
Plataformas para adultos como trinchera
Tras fracasar como barista -"los clientes me misgenderaban"- encontró en la plataforma para adultos su libertad económica y creativa. Desde los 19, combina contenido erótico con vlogs de viajes donde muestra su pasión por el pole dance, la gastronomía asiática y el diseño de moda.
Cicatrices invisibles
Pese a su éxito, carga con secuelas: ansiedad social, ataques de pánico y la certeza de que "no importa cuánto me opere, siempre habrá quien me llame 'él' para lastimarme". Sus tatuajes -muchos autodiseñados- son el mapa de estas batallas.
La culpable creo que es su familia, no la sociedad, como dice el, pobre persona. el camino elegido no es el correcto, le da ataques de panico y ansiedad, operarse le llevaran por un mal camino. que Dios te proteja.
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guacala ...terrible traba
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No entiendo porqué a muchos hombres les gusta la carne de chancho habiendo tantas mujeres
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Es un trolo asco
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Name con el que sale en sus videos xxx
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