La última entrevista que brindó Lía Crucet antes de su muerte: daba un mensaje

El universo del espectáculo, y especialmente el mundo de la música tropical, se encuentra de luto por la partida de Lía Crucet, quien falleció este jueves a los 72 años después de una dura batalla contra una enfermedad terminal. La noticia conmovió profundamente a sus miles de fanáticos y a todo el medio artístico que conoció su inconfundible talento.

Desde su irrupción en los escenarios, Lía Crucet conquistó al público con su impresionante voz, su gracia para interpretar melodías y su frescura al expresarse ante las cámaras. Su huella en la historia de la música tropical permanecerá imborrable, y su recuerdo seguirá vivo en las retinas de la sociedad.

En los últimos años, Lía enfrentó graves problemas de salud que la llevaron a alejarse de los escenarios y de la vida pública para someterse a diversos tratamientos. Se trasladó a Miramar, donde vivió junto a su esposo, y aunque su presencia en la pantalla chica fue cada vez más escasa, la cantante protagonizó algunos enfrentamientos familiares de alto perfil, especialmente con su hija Karina.

Uno de los últimos registros televisivos de la artista tuvo lugar en 2020, cuando concedió una profunda entrevista al periodista Luis Ventura, quien viajó a Mendoza para encontrarse con ella en el programa Secretos Verdaderos de América TV. En esa charla, Lía se mostró serena y sincera al abordar su estado de salud y su decisión de mudarse a Miramar para continuar con su tratamiento. En un fragmento emotivo de la entrevista, Crucet declaró: "No quiero que me vuelvan a llamar todos los canales, simplemente darte la entrevista a vos para aclarar que yo no tengo nada. Mañana voy al psiquiatra para que me dé un papel para continuar el tratamiento en Miramar, a donde me voy a mudar".

En otro momento, Lía hizo referencia a los rumores sobre su salud mental y a la relación conflictiva con su hija, Karina. "Ellas lo que ponen es una alcancía, lo único que quieren es la herencia", expresó, agregando que tanto su hija como su nieta querían internarla, pero los médicos que la atendieron coincidieron en que su salud física estaba bien.