Murió uno de los personajes más importantes del cine: peleaba contra enfermedad

El cineasta argentino Manuel Antín, un ícono del séptimo arte nacional, falleció este jueves a los 98 años. A lo largo de su destacada carrera, dirigió inolvidables películas como La cifra impar (1962), Circe (1964) y Don Segundo Sombra (1969). Además, tuvo un rol crucial en la reconstrucción del cine argentino tras la dictadura, presidiendo el Instituto Nacional de Cinematografía y fundando la Universidad del Cine (FUC), cuna de nuevas generaciones de realizadores.

Antín fue un gran exponente de la "Generación del '60", una época dorada del cine argentino que combinaba la pasión por el cine y la literatura. Con una aguda inteligencia y sensibilidad artística, logró adaptar obras del prestigioso escritor Julio Cortázar, con quien mantuvo una profunda amistad. Ambos crearon un legado cinematográfico basado en cuentos como "Cartas de mamá" en La cifra impar, un hito del cine nacional.

Durante la década del '80, Antín jugó un papel esencial en la revitalización del cine argentino tras la dictadura, devolviendo libertad y creatividad al ámbito cinematográfico desde su rol en el Instituto Nacional de Cinematografía. Ya en los '90, fundó la Universidad del Cine, consolidando su compromiso con el desarrollo de nuevos talentos. Antín, también novelista, poeta y dramaturgo, deja un legado irremplazable en la cultura argentina.

Con su partida, el cine argentino pierde a uno de sus mayores referentes, pero su obra y su influencia perdurarán en las futuras generaciones de realizadores y cinéfilos.