El día de tensión en River: Gallardo y Escudero se fueron a las manos

En una reveladora entrevista con TNT Sports, el ex volante de River Plate, Marcelo "Pichi" Escudero, ahora técnico interino del primer equipo tras la salida de Martín Demichelis, habló sobre la pelea con Marcelo Gallardo. 

El mundo River espera por horas la firma del 'Muñeco' que se está haciendo esperar ya que hay muchos puntos en el contrato aún por pulir con los dirigentes. El nuevo DT interino ya se conoce con el Muñeco Gallardo, y muy bien, ya que hasta casi se fueron a las manos...

Durante una conversación, Escudero rememoró un episodio tenso ocurrido en 1996 cuando ambos, él y Marcelo Gallardo, eran compañeros de equipo en River Plate. Según Escudero, el incidente se produjo durante un viaje a Caracas, un trayecto que describió como particularmente agotador y frustrante.

"Vivíamos concentrados en el '96. Marcelo es más chico que yo. Y habíamos ido a jugar a Caracas, un viaje malísimo. Llegamos a las siete de la tarde. Nos mandaron a entrenar. Teníamos un fastidio bárbaro. Y casi nos agarramos a piñas. Yo le metí una murra muy fuerte, estábamos todos enojados", recordó Escudero con un tono de gracia que contrasta con la seriedad de la situación.

A pesar del incidente, la relación entre ambos no se deterioró. De hecho, la historia toma un giro positivo con la evolución de su relación. Escudero explicó que, a pesar de la fricción en sus días como jugadores, su vínculo con Gallardo ha evolucionado positivamente. "Siento un gran orgullo que me haya llamado Marcelo Gallardo. Lo conozco desde los 18 años, no es que tenemos reuniones todos los días, pero nos vemos y es el trato como cuando éramos compañeros. Tenemos una relación bárbara, porque a pesar de no vernos mucho, el afecto es mutuo", expresó el ex volante.

Escudero también destacó el respeto que tiene por el trabajo y la carrera de Gallardo como director técnico. "Cuando nos fuimos de River con Ramón Díaz, yo pensé que iba a ser difícil para el que agarre porque Ramón se fue ganador. Y cuando me enteré que era Marcelo, lo llamé por teléfono, porque si quería saber algo de algún jugador, estaba a disposición. Estuvimos hablando un rato, me lo agradeció", contó.

Este episodio subraya no solo la pasión y la intensidad que puede haber en el fútbol, sino también cómo las experiencias compartidas pueden forjar y fortalecer relaciones en el tiempo.