Nunca más va a roncar: casi muere ahogado, lo que le encontraron es escalofriante
Los médicos llegaron a tiempo para salvarle la vida y le revelaron el aterrador motivo de su afección.
"Pensé que me iba a morir", confesó un cartero. Todo sucedió cuando se fue a dormir, cuándo se despertó de manera repentina porque no podía respirar. El mismo contó que pensó que se iba a morir.
El caso es realmente espeluznante. Este hombre, de 52 años. Apenas podía comprender su situación. "Trataba de toser, de hacer todo tipo de cosas y no podía hacer nada. Mi respiración se volvía cada vez más restringida", recordó en una entrevista para un medio internacional.
En medio de la desesperación, como pudo llamó al número de emergencias. "La chica que me atendió no sé cómo hizo para entender lo que le decía, porque yo no paraba de tener arcadas y jadeaba en busca de un poco de aire".
Finalmente, llegaron los paramédicos. De inmediato lo conectaron a unas máquinas y entonces uno de los doctores que lo atendió le explicó la pavorosa y sorprendente razón de su atoramiento. Resulta que, con toda seguridad,Cowsley había tragado una araña.
Pero eso no fue todo, lo peor y más escalofriantes es que, en su recorrido por el interior del organismo del cartero, el arácnido le había picado la úvula, ese trozo carnoso con forma de pera de boxeo que se encuentra en la garganta y que informalmente se conoce como ‘la campanilla'.
Para recomponer su garganta, el hombre fue trasladado al Hospital Lister, en la ciudad de Stevenage. Allí le inyectaron una solución salina y le aplicaron antibióticos y esteroides, según él mismo contó a la BBC.
Por supuesto que un episodio así de traumático no se supera fácilmente y el repartidor de envíos tomó todas las precauciones para que no le vuelva a pasar algo ni remotamente similar. "Salí del hospital y compré todo tipo de repelentes de insectos y los puse por toda la casa. Ya no me va a volver a pasar".
Si bien los síntomas sobre su anatomía han desaparecido, el hombre todavía no puede olvidarse de lo que le sucedió esa noche fatídica que pudo ser la de su último sueño. "No podía dormir hasta que terminé de fumigar toda la casa y puse un tapón para repeler arañas en la pared. Normalmente se alojan muchas arañas en la casa, porque vivimos en una zona rural", contó.
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