[ATENCIÓN] Por qué no hay que guardar los huevos en la heladera

La prevención, detección y gestión de riesgos en la inocuidad alimentaria son fundamentales para garantizar la salud en la manipulación de alimentos. Sin embargo, varios expertos en salud alimentaria han señalado que ciertas costumbres en la cocina, aparentemente inofensivas, pueden ocasionar daños en los alimentos y aumentar el riesgo de intoxicaciones.

1. Almacenamiento de Huevos en la Heladera: Expertos advierten que los huevos son particularmente sensibles a los cambios de temperatura. Guardarlos en la heladera, con la variación térmica constante al abrir y cerrar la puerta, puede propiciar la proliferación microbiana, contaminando tanto la cáscara como el interior con la bacteria salmonella. El profesional en salud alimentaria, Mario Sánchez, sugiere conservar los huevos en su empaque original y desecharlo una vez agotado, ya que también puede ser portador de microorganismos contaminantes.

2. Lavado de Pollo antes de Almacenarlo o Cocinarlo: Aunque es una práctica común para "desinfectar" el pollo, Mario Sánchez señala que lavar este alimento solo distribuye las bacterias que contiene por todo el lavaplatos, aumentando el riesgo de contaminar otros alimentos y utensilios. La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria indica que el pollo suele contener la bacteria campylobacter, y lavarlo es innecesario; cocinarlo a una temperatura superior a los 65 °C es suficiente para eliminar esta bacteria.

3. Uso de Utensilios de Madera: Aunque los utensilios de madera son comunes en las cocinas, se ha destacado que son porosos y absorben los jugos de los alimentos, facilitando la retención de microorganismos. La humedad persiste durante mucho tiempo después de lavarlos, propiciando el crecimiento de bacterias. Además, debido a sus características físicas, la desinfección de estos utensilios es un proceso largo y complicado. Expertos desaconsejan su uso para evitar riesgos de contaminación.