Reapareció en nene fumador y está muy cambiado: así luce hoy a los 14 años
Su padre fue la primera persona que le pasó un cigarrillo a tan corta edad.
Fumar es uno de los problemas de salud pública más comunes alrededor del mundo. Si de por sí el tabaco ya es algo negativo, imagínese lo controversial que sería ver a un niño fumando. Pues bien, en el año 2010 un video de un bebé en Indonesia le dio la vuelta al mundo, debido a la historia que había detrás: con tan solo 18 meses de edad, el pequeño fumaba hasta 40 cigarrillos al día.
Probablemente recuerde el clip subido a YouTube, en el cual se mostraba al niño, que montaba triciclo en pañales, con un cigarro en la boca.
No obstante, doce años después, el mismo bebé que se convirtió en la viva imagen de los peligros del cigarrillo, ahora es considerado como una de las personas más jóvenes en dejar esta adicción.
La historia de Ardi Rizal comienza en Indonesia, cuando empezó a robar cigarrillos en la plaza de la aldea Teluk Kemang al sur de la ciudad de Sumatra. Su madre vendía pescado en la zona y mientras tanto él buscaba aquellos delgados cilindros blancos que tanto veía en las calles.
Su padre fue la primera persona que le pasó un cigarrillo a tan corta edad.
"Seguía viendo a la gente fumando y se veía delicioso", le dijo el niño en el 2017 al medio australiano ‘The Sydney Morning Herald'. Según la entrevista realizada, el niño tenía un serio problema de tabaquismo que encabezó los más grandes titulares de los medios a nivel internacional.
Por otro lado, el problema de Rizal se complementó con un alarmante tema de obesidad, pues artículos posteriores relacionados con el seguimiento del caso, informaron que a los 5 años, pesaba 24 kilos, lo cual es casi seis kilos más de lo que debía, teniendo en cuenta su estatura y edad.
Después de que las imágenes de Aldi dieran la vuelta al mundo, sus padres y él buscaron ayuda. Fue así como tres años después, el pequeño comenzó su proceso de rehabilitación junto al psicólogo infantil, Seto Mulyadi.
"Lo primero que hice fue confiscar los cigarrillos y él hacía una rabieta. Empezó a golpearse la cabeza, e incluso se apuñaló en la rodilla con un cuchillo", explicó su mamá.
Además, el problema de obesidad que ya tenía desde los dos años, estaba ligado con su adicción y posteriormente empeoró debido a la ansiedad que le provocaba el dejar de fumar. Según lo que contó Diana, la madre del niño, Aldi podía llegar a comerse hasta tres muslos de pollo, dos tazones de sopa de albóndigas, y una lata de leche condensada en una sola comida.
"Comía mucho cada vez que tenía ganas de fumar", explicó. Aun así, esto cambió cuando entró al colegio. Sus padres le enviaban un gran contenedor plástico, ya que si no comía lo que quería no sólo hacía una gran rabieta, sino que también amenazaba con escaparse de casa. Pero cuando sus compañeros se burlaron de él por la cantidad de comida que llevaba, decidió reducir sus porciones.
Ahora, el joven chico de primaria se encuentra en una dieta estricta a base de pescado y verduras con el fin de recuperar su peso normal, así como busca promover los hábitos de vida saludable y, a su vez, da entrevistas advirtiendo lo complicado que es dejar este tipo de productos.
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