Cómo hacer para que el estrés no te saque las ganas de hacer el delicioso

El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional. Puede provenir de cualquier situación o pensamiento que lo haga sentir a uno frustrado, furioso o nervioso. El ritmo acelerado de muchas sociedades en la actualidad activa en el cerebro mecanismos que ponen en alerta a las personas, ocasionando así la segregación de la "hormona del estrés", el cortisol.

Así, la suma de tensiones constantes va llenando al cuerpo de cortisol, sustancia que poco a poco va socavando las bases del correcto funcionamiento del organismo.

Se ha normalizado el estrés en nuestras sociedades, pensamos que es normal llevar una vida estresados y estar a mil las 24 horas del día. Pero resulta que ese ritmo es muy perjudicial para la salud en general y lo es particularmente en la salud sexual.

Pensamos que un encuentro sexual es una salida rápida a momentos de estrés y se la puede "pasar bien" como dicen muchas parejas. El tema está en realmente poder desconectar para conectar.

Con un orgasmo, a solas o en pareja, el cuerpo parece tener una buena dosis de serotonina, dopamina y oxitocina (hormonas de la felicidad) para avanzar. Pero eso no es suficiente, según explica la especialista, recurrir al sexo sólo por la búsqueda del orgasmo puede ser incluso contraproducente.

La experta en sexología Diana Lozano, psicóloga y responsable del Área de Sexualidad y Pareja del CentroTAP considera crucial, en el caso de personas que sufren mucho estrés por cuestiones de trabajo, empezar a poner "diques de contención" a las preocupaciones laborales y tratar de crear "espacios burbuja" en los que evadirse del trabajo: "En esos ratos, tareas o actividades la idea es concentrarse en elementos extra laborales para descontaminarnos y llenarlos de cosas que sean significativas para nosotros, porque ahí, precisamente, es donde después se podrá introducir la sexualidad. A lo mejor, en un primer momento, hay que quitar el foco de las prácticas y ponerlo en el cariño, la piel, la relajación sin que necesariamente tenga que pasar nada en concreto. Salir de la exigencia y quitar presión al asunto".

Esta es la tarea para superar las consecuencias del estrés en la cama

Además de las preocupaciones, muchas veces es el cansancio o la falta de sueño lo que suele hacer que se evite el sexo o se posponga. Pero en esto también podemos organizarnos mejor: "Del mismo modo que cuando tenemos una cena con amigos intentamos llegar a ese momento de la mejor manera posible, también podemos hacer lo posible para no llegar sin energía al momento del sexo. La sexualidad es un valor en el que hay que invertir", concluye Lozano.

Por eso, para subir el deseo sexual y bajar realmente el estrés, recomiendan el ‘slow sex'. Bajar las revoluciones, ir más lento. Conectar más con nuestro cuerpo y nuestro placer.