Polémico

28 placas de oro, inciensos y mirra: dónde están los regalos que los Reyes Magos

Gaspar, Melchor y Baltasar, los magos orientales, siguieron la estrella de Belén para hallar al "Rey de los Judíos".

Este 6 de enero, se conmemora el "Día de Reyes" o, mejor dicho, "la fiesta de la Epifanía del Señor". La palabra "Epifanía" significa "manifestación", marcando el momento en que Jesús se revela al mundo. Aunque estas revelaciones ocurrieron en momentos diferentes y a distintas personas, la Iglesia celebra tres eventos como epifanías: la Epifanía ante los Reyes Magos (Mateo 2:1-12), la Epifanía a San Juan Bautista en el Jordán (Mateo 3:13-17) y la Epifanía a sus discípulos y el inicio de su vida pública con el milagro en Caná (Juan 2:1-12).

El evangelista Mateo narra la visita de los Magos en su relato: "Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, unos magos vinieron del oriente a Jerusalén y dijeron: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? porque vimos su estrella en el oriente y vinimos a adorarle". Los Magos, personajes de Oriente, fueron recibidos por el rey Herodes, quien les ofreció ayuda en lo que necesitaran.

Durante el cautiverio de los judíos en Babilonia, los pensadores religiosos orientales descubrieron la profecía sobre la estrella de Belén en la Tanaj. Balaam, un vidente y adivino, predijo la venida del Mesías: "Una estrella se levanta de Jacob y una vara se levanta de Israel" (Números 24:17). Posteriormente, el profeta Daniel predijo la fecha exacta del nacimiento del Mesías (Daniel 9:25). Las expectativas mesiánicas se conocían en todos los hogares judíos, incluyendo al rey Herodes.

Las preguntas de los Reyes Magos sobre el Niño Real inquietaron a Herodes. Después de consultar con los sumos sacerdotes y escribas, Herodes descubrió que Belén era el lugar del nacimiento del Mesías según la profecía de Miqueas (Miqueas 5:2). Luego, "en secreto", llamó a los Magos y supo que la estrella se había hecho visible en el cielo incluso antes del nacimiento de aquel a quien buscaban. Herodes les pidió encontrar al Niño en Belén para adorarlo. Tras salir de Jerusalén, la estrella iluminó el camino de los Magos hasta la casa donde se encontraba la Sagrada Familia. Allí, postrándose, adoraron al Niño y presentaron regalos simbólicos: oro como Rey, incienso como Dios, y mirra como el Salvador que sufriría.

Este evento, objeto de reflexión en la literatura cristiana, destaca la aceptación del Salvador por parte del mundo pagano, mientras que el pueblo elegido de Dios no lo reconoció. Aunque el término "Magos" se asociaba negativamente con la magia y la astrología, Mateo utiliza el término de manera positiva para describir a aquellos que realizaron un acto piadoso.

La tradición cristiana antigua relaciona a los Magos con Persia, aunque la literatura cristiana primitiva a menudo llamaba a la Península Arábiga su patria. Las reliquias de los Magos fueron trasladadas a Constantinopla en el siglo V y, posteriormente, a Milán en el siglo IX. Según la leyenda áurea, los Magos se convirtieron al cristianismo y predicaron el Evangelio. En el Monte Athos, en Grecia, se conservan reliquias atribuidas a los Magos, que se han asociado con curaciones milagrosas.

Este 6 de enero, mientras recordamos y veneramos a los Reyes Magos, llevamos a cabo la tradición de regalar a los más pequeños de nuestras familias, no oro, incienso y mirra, sino esperanzas, alegría y amor en forma de juguetes, manteniendo viva la esencia de esta festividad.

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Comentarios

  • jejejeje

    No hay ni una prueba de que haya existido el Jesús que narra la biblia mira si van a tener datos de la cantidad y calidad de los regalos de supuestos Reyes Magos.

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