Decile adiós famoso "metei'saca": esta es la pose que te hará volar de placer
Está recomendada para quienes le dedican menos tiempo del que les gustaría a disfrutar de su vida sexual.
El estrés que muchas veces nos produce la vorágine con la que vivimos diariamente hace que cada vez tengamos menos tiempo para dedicarnos a nosotros mismos y a hacer cosas que nos pueden aportar bienestar. Con el paso del tiempo, una de las actividades más habituales como ir al gimnasio o practicar algún deporte, suelen dejarse de hacer, pero lo que también se deja de lado es practicar sexo con la pareja.
Muchas personas no invierten tiempo en sus relaciones íntimas, algo que los expertos consideran que es un error y, además, puede ser perjudicial para la salud debido a que diversos estudios señalan los beneficios de practicar sexo y los perjuicios que tiene hacerlo estresados.
El estrés durante las relaciones sexuales puede afectar negativamente tanto a nivel físico como psicológico y fisiológico. A nivel físico, puede desencadenar dolores de cabeza, cansancio generalizado y tensión muscular, además de producir insuficiencia de erección, ausencia de secreción vaginal o eyaculación precoz.
De qué se trata el slow sex
La especialista indicó que habitualmente mantenemos relaciones sexuales rápidas en las que la única meta es llegar al clímax, pero se preguntó: "¿Por qué no levantar el pie del acelerador y pisar un poco el freno?". Esta es la base del slow sex y la sexóloga dijo que esta práctica está relacionada con un sexo mucho más consciente, más lento y más sentido, que invita a vivir el momento con los cinco sentidos, a disfrutar de las sensaciones, a tocar, a explorar, ya sea con una pareja o con nosotros mismos a través de la masturbación.
En opinión de Tasso, para poner en marcha y practicar el slow sex es importante recordar que hay una creencia errónea y muy extendida que asegura que el fin último del sexo es el orgasmo y si no llegamos al clímax, damos por fracasada la relación sexual. La experta dijo que esto hace que, en ocasiones, algunas personas y en especial las mujeres, sientan presión a la hora de llegar al clímax, algo que puede ser totalmente contraproducente, haciendo que nos centremos en el orgasmo y no en el disfrute del momento. / TN.
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