Arqueólogos desentierran una tétrica estructura de los romanos en Francia

Recientes excavaciones llevadas a cabo por el Instituto Nacional de Investigación Arqueológica Preventiva (Inrap) en el centro histórico de Auxerre, Francia, han descubierto una necrópolis destinada a niños no nacidos y pequeños. 

Según informes de Inrap, esta área era parte de una necrópolis más amplia utilizada por la población general de Autessiodurum durante la época romana, específicamente entre los siglos I y III, y estaba reservada exclusivamente para el entierro de infantes y niños aún no nacidos.

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Los trabajos de excavación han demostrado que la necrópolis se encontraba fuera de los límites de la ciudad romana. No obstante, en el siglo IV, se erigió un recinto fortificado (castrum) sobre el sitio de entierro.

Durante las excavaciones, se han descubierto entierros de bebés aún no nacidos e infantes, quienes fueron colocados en recipientes de cerámica y ataúdes de madera, o bajo fragmentos de ánforas y tejas curvas. Un ejemplo notable incluye una tumba marcada con una piedra grabada con una roseta.

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Los arqueólogos de Inrap destacaron que se han observado hasta cinco niveles de tumbas, una característica que, hasta la fecha, es única en el mundo Galo-Romano y subraya la necesidad de preservar la integridad de las tumbas.

También se ha notado que algunos entierros más recientes han destruido otros anteriores, lo que sugiere que el espacio para los entierros era limitado o que la asignación de espacio estaba influenciada por el estatus del niño fallecido.

Además, en las proximidades de varios entierros se encontraron restos de cerámica rota, lo que sugiere la colocación de ofrendas funerarias para los muertos y los dioses. "Para proteger a estos jóvenes fallecidos, se les acompañaba con objetos destinados a su protección en el más allá, conocidos como 'apotropaicos' o 'profilácticos', como una perla, una moneda, un huso. Incluso se colocó una miniatura de copa cerámica en la cabecera de un niño pequeño", explicaron desde Inrap.