El país que nos duele
Abuelito tuvo que salir a trabajar como delivery para poder comer
En su bicicleta recorre las calles de los barrios con los pedidos de la pizzería de su amigo que le dio el trabajo.
Oscar tiene 67 años. Debería disfrutar de su jubilación, viajes con otros retirados o la tranquilidad de su hogar, pero no sucede eso. Hoy trabaja como repartidor en la pizzería de su amigo, en Ingeniero Budge (Buenos Aires).
"Todas las noches, a pesar del clima y la inseguridad, agarra su bici y, pedaleando, se gana una segunda jubilación, porque con una no alcanza", resaltaron quienes lo conocen.
"Yo pensé que cuando llegara a jubilarme iba a estar mucho mejor, pero lamentablemente tenés que tener un trabajo extra para sobrevivir. Estoy cobrando una jubilación de treinta mil pesos, la mínima", relató el jubilado, entre lágrimas.
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