La historia que nadie conocía de la Virgen que lloró en Salta

¿Alguna vez te has preguntado por qué esta imagen también forma parte de la procesión del 15 de septiembre en Salta? Te contamos su historia:

Se trata de una pequeña pintura al óleo de la Inmaculada Concepción, con dimensiones de 30x25 cm. Esta obra es una réplica original de una versión de "La Madonna" del pintor italiano Giovanni Battista Salvi da Sassoferrato.

Pocos saben que este diminuto cuadro fue escenario de un milagro en 1749. La Virgen de las Lágrimas es uno de los prodigios ocurridos en Salta durante los preludios de la renovación del Pacto de Fidelidad, el 4 de agosto de ese año.

El padre Juan Arisaga fue el primero en notar este fenómeno. El cuadro, parte de su devoción personal, estaba colgado en la pared, siempre a la vista. La imagen mostraba su rostro, ojos, cuello y el resto de la superficie cubiertos por "una especie de agua clara y cristalina". El padre Pedro Lizoain, rector del Colegio de la Compañía de Jesús, relató que, al limpiar la imagen, el fenómeno se repitió al día siguiente, sorprendiendo a todos los presentes.

A pesar del calor inusual, los colores de la pintura no se alteraron ni el sudor borró la imagen. Incluso la pared detrás del cuadro permaneció seca. El padre Gabriel Gutiérrez, un reconocido pintor, no pudo encontrar una explicación natural para el suceso.

El 6 de agosto, la imagen continuó mostrando el mismo prodigio. El 8 de agosto, aparecieron "unos puntos resplandecientes como estrellitas menudas". Ese día, la imagen fue expuesta para la veneración pública y se inició una misión y novena a Nuestra Señora.

El 13 de septiembre de 1952, se llevó a cabo la emotiva ceremonia de coronación de la Virgen de las Lágrimas en el Cabildo Histórico, llevándola luego en procesión solemne a la Iglesia Catedral. Hoy, la imagen se encuentra en un altar propio en la nave lateral derecha de la Catedral, acompañando con su presencia la devoción constante que reina en el santuario durante todo el año.