Tras la colecta de QPS, Erika logró cumplir su sueño y podrá progresar

La historia de Erika, una joven valiente de 23 años que vende chicles en la peatonal Alberdi, ha tocado el corazón de todos los salteños. 

Con su mensaje de esperanza, "No se sumerjan en el dolor, que se puede salir de la tristeza", Erika inspiró a miles de personas que se unieron para cambiar su vida.

Cada día, Erika viaja desde San Agustín a la capital salteña, saliendo de su casa a las 6 de la mañana. Su incansable esfuerzo y espíritu positivo motivaron una impresionante campaña de recaudación que superó los 10 millones de pesos, una suma que ha transformado su vida.

El impacto de esta ayuda no hubiera sido posible sin la solidaridad de cada persona que donó y compartió su historia. Erika expresó su agradecimiento profundo: "Estoy muy feliz, no lo puedo creer. Me puedo ir tranquila a casa, voy a estar con mi mamá, siempre supe que iba a poder".

Además de la ayuda económica, Erika recibió numerosos regalos, incluyendo zapatos nuevos. "Todos me dicen que no deje de ser buena, que no deje de ser así", comentó con una sonrisa. Su gratitud y felicidad reflejan el poder de los salteños y la importancia de no rendirse ante las dificultades.

Erika es un ejemplo de cómo el esfuerzo y la bondad pueden llevar a grandes cambios, y su historia es un recordatorio de que, juntos, podemos hacer una diferencia significativa en la vida de quienes más lo necesitan. "Todo esfuerzo tiene su fruto", afirmó con orgullo, demostrando que la esperanza y la solidaridad son fuerzas poderosas.