Salteña compró una moto y se la entregaron en las peores condiciones: nadie le da una solución

Un cliente denunció que una concesionaria le entregó una moto supuestamente nueva en mal estado, con fallas eléctricas y un derrame de ácido de la batería. 

Según su testimonio, la compra se concretó el martes pasado, y el jueves le entregaron el vehículo. Al llegar a su domicilio, notó una pérdida de líquido que inicialmente pensó que era agua, pero luego descubrió que se trataba de ácido de la batería. "Había un fuerte olor a quemado cuando la moto se calentaba. Es un líquido corrosivo que, con el tiempo, puede dañar las piezas", advirtió.

El comprador también señaló una serie de problemas eléctricos: "El tablero no funciona correctamente, la moto no arranca al primer intento y parece que no revisaron nada antes de entregarla. Me dieron la moto de muestra, la que estaba sucia y apenas la limpiaron".

A pesar de acudir a la concesionaria a primera hora, no logró hablar con el gerente ni con ningún responsable. "Nadie me da una respuesta. La única solución que me ofrecieron en el taller fue cambiar la batería, pero la falla es general. Si no revisan el regulador de voltaje, el problema va a volver", explicó indignado.

El cliente expresó su frustración al destacar que la moto apenas tiene 2 kilómetros de uso, ya que solo la utilizó para ir a su casa y regresar a la concesionaria. "Yo compré algo nuevo, en buenas condiciones, no un vehículo defectuoso. Si el sistema eléctrico está dañado, la moto podría prenderse fuego mientras la uso", alertó.

La situación es más urgente porque el comprador planeaba utilizar la moto para trabajar como cadete el fin de semana. "Ahora no puedo hacerlo. Voy a comunicarme con Defensa del Consumidor y no me voy a mover de aquí hasta que el gerente me dé una respuesta", afirmó decidido.

Finalmente, el cliente exigió una solución clara: "Quiero que me cambien la moto o me devuelvan el dinero. No pienso aceptar una reparación superficial".