Ningunos maleducados

Un estudio reveló que Salta es de las provincias que menos malas palabras dice

Un estudio revela las ciudades argentinas donde se dicen más malas palabras.

 El análisis, basado en una encuesta realizada a más de 1.500 personas, ha revelado algunos datos sorprendentes sobre la frecuencia y el contexto en que se emplean las palabrotas en el país. 

El ranking destaca que General Roca, Paraná, Santiago del Estero y Mar del Plata lideran con al menos 10 malas palabras por día. Les siguen La Plata, La Rioja y el Gran Buenos Aires con 9 insultos diarios. En un rango de 8 se encuentran CABA, Rosario, Corrientes y Formosa. Por otro lado, ciudades como Córdoba, Resistencia y Salta tienen un promedio de 7 palabrotas al día, mientras que Santa Fe y San Miguel de Tucumán registran 6, ocupando los últimos lugares del listado.

El estudio también profundiza en los hábitos de los argentinos a la hora de expresarse con términos vulgares. Un hallazgo interesante es la diferencia en la cantidad de malas palabras pronunciadas por hombres y mujeres. En promedio, los hombres argentinos utilizan alrededor de 9 palabrotas al día, mientras que las mujeres emplean 8. Aunque la brecha entre géneros no es muy significativa, es notable que ambos grupos recurran al uso de estas expresiones de manera casi equivalente en su vida diaria.

Salta, es de las provincias que menos palabra dice, a nivel nacional, según reveló un estudio. 

A pesar de la naturalidad con la que las malas palabras forman parte del vocabulario cotidiano, el estudio sugiere que los adultos argentinos tienden a evitar su uso en presencia de niños y personas mayores. Esto indica un respeto implícito por ciertas situaciones y grupos vulnerables. En entornos más distendidos, como reuniones con amigos o en la intimidad de la casa, el uso de malas palabras es más común. En contraste, el ámbito laboral es uno de los lugares donde menos se emplea, probablemente debido a las normas de comportamiento y profesionalismo esperadas en estos entornos.

El análisis también destaca que las personas entre 16 y 44 años son las que más recurren a las palabrotas. Este amplio rango etario representa una porción significativa de la población activa y socialmente involucrada en el país, lo que podría explicar la mayor frecuencia con la que estos grupos utilizan términos vulgares en su vida diaria. Las generaciones más jóvenes y los adultos en plena edad laboral parecen ser quienes se encuentran en las malas palabras una forma más común de comunicación.

Esta nota habla de:

Comentarios

Tucomentario

Nombre

Más de Salta