¿Sabías que hay un Cristo sentado en medio de los cerros? El sorprendente dato

Durante nuestro viaje por los imponentes Valles Calchaquíes, nos encontramos con una historia que cautiva a todos los que la conocen. A solo 3 kilómetros del pintoresco pueblo de Angastaco, entre los majestuosos cerros de los Colorados, se encuentra una imagen única: el Cristo de la Paciencia. Este Cristo, sentado en medio de un paisaje rojizo que deslumbra a cada visitante, se ha convertido en un símbolo de fe y esperanza para los lugareños y los viajeros que llegan hasta este rincón de Salta.

El Cristo de la Paciencia, tallado en madera, se encuentra en una posición reflexiva, con la mano en el mentón, como si estuviera esperando pacientemente a quienes se acercan a visitarlo. Esta imagen, ubicada entre formaciones rocosas y rodeada de la belleza natural de los cerros rojos, transmite una sensación de paz y serenidad que impacta a todos los que llegan hasta allí.

Para los habitantes de Angastaco, este Cristo es más que una imagen religiosa; es un lugar de encuentro espiritual donde renuevan su fe y cumplen promesas cada año. Además, debajo de la imagen hay una oración dedicada a quienes visitan el lugar, invitándolos a reflexionar y conectar con su espiritualidad.

Llegar al Cristo de la Paciencia es una experiencia en sí misma. Se puede acceder en vehículo, en un trayecto de aproximadamente 10 minutos desde el pueblo, aunque es importante tener precaución si ha llovido, ya que el camino puede volverse intransitable. Para los más aventureros, también es posible llegar caminando y disfrutar del impresionante paisaje que rodea este lugar sagrado.