Murió una querídisima docente salteña: hace poco se había jubilado
Era respetada por todos los vecinos de la localidad de Metán.
La localidad de Metán está de luto tras el fallecimiento de Jorgelina Molina Fuentes, una docente muy querida por sus alumnos y colegas de la Escuela Vucetich. Su repentina partida ha causado gran conmoción, y la comunidad educativa expresó su profundo dolor y reconocimiento por la labor que desempeñó con dedicación y pasión a lo largo de los años.
La institución escolar compartió un sentido mensaje en sus redes sociales, donde recordaron a la maestra como una persona que dejó una huella imborrable en la vida de quienes tuvieron el privilegio de conocerla.
"Y te recordaremos así, con esa sonrisa a flor de piel, con esa energía y chispa para la diversión entre amigos, con la inmensa huella que dejaste en nuestra comunidad a través de todos los sueños que anhelaste y cumpliste. Nos quedará el vacío, pero nuestra escuela anidará los colores que elegiste para distinguirnos. Vuela alto, Jorgelina Molina Fuentes, que aquí te recordaremos como una persona que desbordaba alegría y de una entrega total para quienes compartimos tus días", expresaron en el emotivo homenaje.
Alumnos y exalumnos también utilizaron las redes sociales para despedirse de quien fue no solo su maestra, sino también una guía y amiga. Las muestras de afecto y reconocimiento destacan el legado de compromiso y amor por la enseñanza que Jorgelina dejó en la en su querido Metán.
DALE SEÑOR EL DESCANSO ETERNO, Y QUE BRILLE PARA ELLA LA LUZ QUE NO TIENE FIN
Jorgelina fue una buena persona. Dios la puso en el camino de la docencia para ayudar a muchos niños a desarrollar sus aprendizajes. Con aptitudes innatas para la organización, la creatividad, la motivación y la convivencia entre otras tantas Dejó su huella en la escuela Güemes de Salta donde trabajó muchos años y en la Esc Vucetich de Metán donde se jubiló. La razón de su existencia está en ese paso por la vida de cada uno que le tocó compartir con ella como compañera o como alumno. Sabía acompañar y sabía aconsejar. Siempre te recordaré alegre y fuerte. Y también como la niña solitaria, caprichosa, triste y soñadora que habitaba en tu corazón. Dios te llevó en el momento justo.
Tu sonrisa invade ahora el cielo donde seguramente estás.
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