"Mamá llévame a la casa": la verdad del nene que no podía respirar y murió en Tartagal

Esta semana se conoció la dura noticia de la muerte de un niño de 8 años de Aguaray. En un principio circulaba que había muerto de coronavirus, pero la realidad es que no fue así. 

"Mamá llévame a la casa por favor", fueron unas de las últimas palabras del pequeño luchador. Su trágica muerte comenzó hace unos días y solo duró unas horas. No podía respirar más. El niño empezó con problemas respiratorios el domingo a las 11 de la mañana, sus padres pensaron que solo era una alergia por el cambio del clima y que ya se iba a componer, pero en unas pocas horas comenzó a empeorar. 

"Vimos que no se recuperaba, no estaba bien. Estaba muy amarillo y los labios azules. Estábamos en mi casa con mi bebé y lo vimos mal", expresó su madre en comunicación con Videotar Noticias. 

La abuela del niño cuando lo vio les dijo que lo lleven al médico. Por eso decidieron ir al hospital, eso sucedió aproximadamente a las 2 de la tarde, el niño presentaba arcadas. Cuando lo llevaron al hospital, ingresaron a la guardia y detallaron que la doctora dijo textual "el bebé lo que tiene es problema del hígado así que le vamos a poner un inyectable para que se le corte el vomito", después de esa situación lo mandó a su casa aunque su mamá insistía en que lo internen. 

Volvió al hospital con el pequeño y le dijo a la doctora que no lo veía bien por eso necesitaba que lo deriven a Tartagal. Cuando hicieron la derivación, en ese nosocomio había un doctor que lo revisó y peguntó preocupado "porque no lo lo trajeron antes porque el bebé tenia angina".

El pulmón derecho, estaba todo infectado, ya no le estaba funcionando bien y tuvieron que ponerle oxígeno. En ese momento, le informaron que tenía neumonía y debía ser trasladado de urgencias a Salta. 

Sin corazón nos dijeron: murió

La mujer subrayó que antes de que eso pase, su hijito le dijo "mamá llévame a la casa por favor, acá me voy a morir" y pedía "papá dame agüita". Las enfermeras les dijeron que no le den y les pidieron que se vayan porque lo iban a entubar. Allí fue cuando lo sedaron. 

"Lo hurgaron tanto con el tubo que le salia sangre por la nariz, la boca por todos lados. Un enfermero me salió a decir que mi hijo no había aguantado, que le había agarrado un paro. Le decidieron poner un tubo para adulto y ahí me lo lastimaron, en ese momento falleció. El murió a las 9 de la noche, tenia todo lastimado como si se hubiera caído, golpeado", señaló con lágrimas en los ojos su papá.  

Los hisopados del nene dieron negativos. El doctor les dijo que su hijo había muerto por un paro y que lo habían reanimado, ambos aseguran que no fue así porque ellos vieron todo detrás de la puerta y la máquina, que marca los latidos del corazón, había dejado de funcionar. 

"Sin corazón nos dijeron: murió", finalizaron.