Salta: Los tres pueblos más lindos para conocer en las vacaciones de invierno

Salta es la ciudad más linda de la Argentina. A muy pocas semanas de que empiecen las vacaciones de invierno, te vamos a contar cuáles son los tres mejores sitios que tiene la provincia para que vayas a descansar o enamorarte de su belleza.

1. Cafayate y las bodegas de altura A 1.700 msnm. sobre el nivel del mar

Cafayate es una de las localidades más atractivas de Salta. Aquí no solo es posible disfrutar de una buena gastronomía y del turismo aventura, sino que podrás recorrer sus famosas bodegas para disfrutar del mejor vino. La estrella del lugar es el torrontés.

Además de los encantos del pueblo, el camino de Capital a Cafayate es una aventura increíble. Allí se encuentra: El valle de Lerma; La quebrada de las Conchas; El Anfiteatro La Garganta del Diablo; Los Castillos, etc.

2. Cachi, un pueblo detenido en su historia colonial.

Esto se debe a la herencia que dejaron sus antepasados, con su arquitectura colonial y los vestigios de los pueblos originarios que habitaron por primera vez este lugar. Sus casitas blancas son un tesoro que vale la pena explorar y perderse un rato en sus calles mientras disfrutamos el paisaje. Cachi es uno de los pueblos más pintorescos de Salta. Al igual que en el camino a Cafayate, la ruta a Cachi tiene un montón de atractivos tales como: El Parque Nacional Los Cardones; La quebradad de Los Laureles; y las yungas en la quebrada de Escoipe; El paraje El Maray; la Cuesta del Obispo y La Piedra del Molino, el punto más alto de la ruta con una gran vista panorámica.

3. Iruya, uno de los pueblos más lindos del mundo

Para llegar a ese hermoso pueblo entre montañas es necesaria una travesía de casi 4 horas por un camino de ripio. Otro dato interesante: para arribar es necesario salir de Salta, se llega pasando por Jujuy. Iruya fue elegida por la publicación Condé Nast como uno de los 50 pueblos más lindos del mundo. Iruya es un pueblo con mucha magia que hará que los turistas que visiten durante las vacaciones de invierno se sientan que están viviendo en un cuento. Las pequeñas casas construidas entre calles de piedra empinadas hablan de la cultura originaria de un pueblo que mantiene sus raíces. Una vez que se llega al pueblo te das cuenta que es real, Iruya parece realmente un pueblo salido de la mejor ficción. Rodeada por los ríos Colanzulí y Milmahuasi, Iruya es un pueblo alucinante que regala a sus visitantes una vista panorámica desde las edificaciones coloniales. Muy cerca del pueblo se encuentran las ruinas del pucara de Titiconte. Luego de 250 años, los habitantes siguen manteniendo las tradiciones de los pueblos originarios de la zona.