La enfermedad que le dio al papá de Jorge Rojas: estuvo muy mal
Don Rojas tiene 86 años y fue uno de los más afectados por el desborde del río Pilcomayo.
Durante las recientes inundaciones que afectaron a Santa Victoria Este, una de las historias que más conmovió fue la de Don Lucio Rojas, un hombre de 86 años que se niega a abandonar su hogar, ese pedazo de tierra donde crecieron sus hijos y donde aún cría a sus animales. En medio de la emergencia, Don Lucio enfermó tras intentar rescatar a sus animales del agua, lo que le provocó una infección pulmonar que lo dejó hospitalizado.
Ya recuperado y con una energía admirable, Don Lucio relató su experiencia en una entrevista: "Me enfermé por meterme al agua para salvar a mis animales. Hice más de lo que debía, pero son parte de mi vida. Llevo muchos años trabajando con ellos y uno hace lo que puede por lo que ama".
Con la sabiduría de sus años, reflexionó sobre la fuerza del río Pilcomayo y la responsabilidad humana en las consecuencias de sus crecidas: "El río no tiene ayuda. Todos actuamos como si fuera nuestro enemigo, y en realidad, somos nosotros los que le quitamos su cauce. El ganado baja todos los días a tomar agua y eso va erosionando las barrancas. Cuando llega la crecida, el río no sabe por dónde ir y desborda".
También lamentó el deterioro de la naturaleza, especialmente de la fauna ictícola. "El río siempre fue generoso. Nos dio de comer, nos dio vida. Pero ahora lo están depredando. Usan esas redes ilegales que arrastran todo, hasta las mojarritas más chicas, y se las llevan a las cámaras frigoríficas. Eso es un crimen", expresó con tristeza.
A pesar de haber sido trasladado a Córdoba por motivos de salud, Don Lucio no tardó en volver. "Estuve allá 30 días, y el día 31 hice la valija y regresé. Extrañaba mi tierra, la sombra de mis árboles, el canto de los animales. Ese es mi lugar, ahí quiero quedarme hasta el final, que me entierren y vuelva a ser parte de la tierra".
Don Lucio no está solo. Asegura que cuenta con el apoyo de integrantes de comunidades originarias que lo cuidan y lo acompañan. "Si mañana me dan el alta definitiva, pasado me vuelvo. Me están haciendo controles, pero ya estoy mejor", concluyó con firmeza y emoción.
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