[QEPD] Murió un queridísimo enfermero salteño: caminaba todos los barrios

Conocido por su dedicación incansable, el enfermero fue mucho más que un profesional de la salud. En momentos de extrema necesidad, se convirtió en los "ojos, las manos y el corazón del hospital en la Quebrada", brindando atención médica y apoyo humano en los rincones más remotos de los cerros. Su labor fue especialmente crucial durante la pandemia del COVID-19, donde su presencia tranquilizadora y su compromiso con la comunidad fueron invaluables.

Es con profunda tristeza que la comunidad de la Quebrada del Toro despide a Miguel Cachambe, un enfermero ejemplar, Supervisor de APS en el Hospital Dr. Francisco Herrera de Campo Quijano, y un vecino solidario que dejó una marca imborrable, según informó LaLlaveDelPortal.

Miguel también fue reconocido a nivel nacional como el "almacenero ambulante de las alturas", llevando mercaderías, frutas y verduras a las almas más aisladas de la Quebrada. Su generosidad y empatía eran evidentes en cada una de sus acciones, como cuando expresó: "Soy la única persona que ven y siento que no los puedo dejar solos".

La Fundación Alfarcito y los peregrinos del Señor y la Virgen del Milagro también destacaron la solidaridad de Miguel en las recepciones a los peregrinos y su apoyo incondicional a la obra del Padre Chifri. Su compromiso con la comunidad trascendió su rol como profesional de la salud, demostrando que el verdadero cuidado va más allá de las paredes de un hospital.

Hoy, mientras su familia y seres queridos lo despiden, la comunidad se une en duelo para honrar su memoria y legado. Los restos de Miguel Cachambe son velados en el paraje Ingeniero Maury, donde aquellos que lo conocieron pueden rendirle su último tributo y recordarlo con el cariño y respeto que se merece.

Descansa en paz, Miguel. Tu bondad y generosidad vivirán por siempre en nuestros corazones.