El poema de un salteñito con TDAH que conmociona a todos

En la previa al Año Nuevo, un conmovedor poema escrito por Roberto Ochoa, padre de un niño con autismo, tocó el corazón de miles de personas, sensibilizando sobre los efectos devastadores que los fuegos artificiales tienen en personas como Matías, su hijo de 7 años. El poema, titulado "Me llamo Matías" , describe con detalles conmovedores cómo el ruido de los estruendos de los fuegos artificiales afecta a su hijo, quien experimenta miedo, desorientación y angustia al no poder comprender lo que ocurre a su alrededor.

"Para proteger mis oídos, mis padres llorarán a la par mía, como otras veces en fiestas anteriores", expresa el niño en los versos, mientras describe la angustia que se vive en su hogar durante las celebraciones, cuando todo lo que más desea es Disfrute de los colores en el cielo, sin los temores causados por el ruido.

El poema se hizo viral tras ser compartido por el padre de Matías, Daniel Ochoa, a través de las redes sociales. En una emotiva publicación, Daniel relató el doloroso proceso por el que pasan muchos niños autistas en estas fechas, cuando la celebración de fin de año se convierte en una pesadilla para ellos. Acompañado de su padre Roberto, quien escribió el poema, la familia pide a la comunidad que, al celebrar, se piense en aquellos que no pueden disfrutar del espectáculo sin sufrir.

"ME LLAMO MATIAS"

Esta cerca año nuevo, las familias se reúnen que alegría, los veo felices las casas están hermosas adornadas clima de fiesta, música alegre, vecinos de compras.

Gritos de chicos, jugando en la calle. Aroma de carnes asadas, brindis con un vecino de paso ruido de bocinas de autos apurados la tele, la radio, todos hablan de las fiestas de fin de año.

Propaganda de algún producto en oferta para algún regalo esperado.

En la noche de año nuevo, habrá muchos fuegos artificiales luminosos por cierto, uno mas bonito que otro.

Pero papá, mamá, abuelos, tíos harán lo posible por contenerme.

Mi corazoncito se acelerará, me desesperaré. Gritaré, no me alcanzarán las manitos para proteger mis oídos, mi familia llorará a la par mía.

Como otras veces en fiestas anteriores.

Con mi perrita "Rubia" nos abrazaremos hasta que todo pase.

Me llamo Matías y tengo autismo.

El mensaje tocó tanto a padres como a adultos sensibilizados por la causa, llevando la importancia de cuidar a quienes sufren de esta manera en tiempos de festejos.