El peligro que corren las personas que convirtieron sus fotos en caricatura usando IA

 El reciente furor por transformar fotografías personales en imágenes con el estilo animado de Studio Ghibli mediante ChatGPT ha revelado un peligroso lado oscuro. Aunque miles de usuarios comparten orgullosos sus retratos convertidos en dibujos, expertos en ciberseguridad alertan que esta práctica podría comprometer seriamente datos personales.

El principal riesgo radica en que OpenAI, la empresa detrás de ChatGPT, no garantiza el control absoluto sobre las imágenes subidas. Si bien la compañía afirma no almacenar permanentemente este material, existe la posibilidad de que sea utilizado para entrenar otros modelos de inteligencia artificial sin consentimiento explícito. Además, todas las fotografías contienen metadatos ocultos -como ubicación exacta, fecha y dispositivo de captura- que podrían ser explotados con fines maliciosos.

La situación se agrava porque la plataforma no ofrece opción para eliminar las fotos una vez procesadas. En caso de un ciberataque a los servidores de OpenAI, las imágenes personales de los usuarios quedarían completamente expuestas. Especialmente vulnerables resultan las fotografías de menores de edad o aquellas que muestran espacios privados como hogares o lugares de trabajo.

Ante este escenario, los especialistas recomiendan evitar por completo subir fotos personales a ChatGPT. Para quienes deseen experimentar con el estilo Ghibli, existen alternativas más seguras como aplicaciones que procesan las imágenes directamente en el dispositivo, sin necesidad de enviarlas a servidores externos.