El llanto desgarrador de la mamá de Rosmery: todas las miradas apuntan al marido
La mujer partió de Salvador Mazza rumbo a Yacuiba junto a su pareja. José Miranda afirmó que, durante el regreso, ella cayó al río y que no pudo ayudarla porque "no sabe nadar". La madre comienza a perder las esperanzas de encontrarla con vida.
Salvador Mazza sigue conmocionada por la desaparición de Rosmery Torres, ocurrida hace 15 días, y las palabras de su madre ante los medios locales reflejan el dolor y la incertidumbre que atraviesa la familia. En una desgarradora declaración, la mujer no pudo contener las lágrimas y expresó su desesperación:
"Señores autoridades, ayúdenme a encontrarla. Hace 15 días que no sabemos dónde está. No sé qué le pasa a la justicia argentina. Entró andando y ahora, ¿cómo la voy a retornar a Bolivia? ¿En cajón? Quiero que me colaboren a encontrar a mi hija. Por favor, señor fiscal, haga su trabajo", expresó ante Los Picantes.
La angustia de la madre se suma a las críticas hacia el accionar judicial, mientras las autoridades avanzan con la investigación. Desde el Ministerio Público Fiscal, se informó que el fiscal penal de Salvador Mazza, Jorge Armando Cazón, imputó a José Miranda, esposo de Torres, por el presunto delito de privación ilegítima de la libertad.
Una relación marcada por tensiones previas
La desaparición de Rosmery fue reportada el pasado 17 de enero por el propio Miranda, quien sostuvo que ambos habían viajado a Yacuiba, Bolivia, a través de pasos no habilitados para realizar compras. Según su relato, durante el viaje Torres le comunicó su intención de terminar la relación, ya que tenía una nueva pareja, y luego se retiró en un vehículo desconocido.
La pareja mantenía una relación de 22 años y tenía dos hijos en común, lo que hacía más difícil imaginar un desenlace tan abrupto. Sin embargo, las inconsistencias en la declaración de Miranda llamaron la atención de los investigadores.
La investigación y los hallazgos sospechosos
El Ministerio Público Fiscal informó que las pruebas recolectadas, incluyendo testimonios de familiares y análisis de cámaras de seguridad, arrojaron movimientos sospechosos por parte de Miranda, un hombre de 51 años. Estos elementos contrastan con su versión de los hechos, lo que llevó a las autoridades a imputarlo mientras continúan buscando a Rosmery.
A llorarle a Evo Morales che.
Ver más
Que la busque el Evo pue. Es problema entre bolitas.
Ver más