El emotivo testimonio de un peregrino de Molinos: "Sentí que me acompañaba"
Caminaron más de cinco días para renovar su pacto de fe.
El amanecer en Salta hoy tiene un brillo especial. Varias columnas de peregrinos, con el cansancio en sus pies pero la fe intacta, han llegado a la capital salteña para cumplir su promesa y agradecer al Señor y la Virgen del Milagro. Entre ellos, las historias de sacrificio y devoción se entrelazan en un relato común: la fuerza que los impulsa a caminar días enteros bajo el sol y el frío, siempre guiados por su fe.
"Sentí que me acompañaba, aunque no esté presente", comentó emocionado un peregrino que recordó a su madre, quien solía caminar junto a el en años anteriores. "Este año caminé con mi hijo de 14 años, y su presencia me dio las fuerzas para seguir. Verlo esperarme al llegar fue algo que no tiene palabras".
El cruce de emociones es inevitable, como lo describen los peregrinos que, tras días de caminar, entre lágrimas y risas, sienten la bendición de haber llegado. "Lloramos mucho en el camino, con el calor y el frío golpeando, pero en cada paso sentimos la compañía del Milagro", agregó otro fiel, con la voz quebrada por la emoción.
Después de cinco días de travesía, el sacrificio ha sido recompensado con la gracia del Señor y la Virgen.
Cuántos de esos van a misa?
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