Del baúl de los recuerdos

El día que suspendieron la procesión del Milagro: el insólito momento

En el 2020 también fue suspendida por la pandemia.

El 15 de septiembre de 1987 quedó grabado en la memoria de los salteños como uno de los días más sorprendentes en la historia de la procesión del Señor y la Virgen del Milagro. Todo estaba listo: la ciudad de Salta se preparaba para recibir a miles de fieles, quienes esperaban con ansias el inicio de la procesión en una jornada marcada por la devoción. Sin embargo, una tormenta repentina cambió el curso de los acontecimientos.

A medida que avanzaba la mañana, el cielo comenzó a oscurecer y los truenos anunciaron lo que vendría: una lluvia torrencial que se desató sobre la ciudad, sorprendiendo tanto a los fieles como a las autoridades. A pesar del fervor y las oraciones, el gobernador de ese entonces, Roberto Romero, tomó la difícil decisión de suspender la procesión por razones de seguridad. Era la primera vez en más de un siglo que se tomaba una medida tan drástica.

La tormenta, intensa y prolongada, no solo impidió el recorrido de las imágenes sagradas, sino que dejó una profunda huella en la memoria colectiva de los salteños. Aquel día, la devoción quedó reflejada en los miles de pañuelos al aire bajo la lluvia, pero el riesgo era demasiado alto para continuar con la tradición.

Cabe recordar que ese año, el Papa Juan Pablo II incluyó a Salta en su visita a Argentina. Apenas llegó a la Catedral, la persona más importante de la Iglesia Católica rezó ante las imágenes del Señor y Virgen del Milagro.

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Comentarios

  • Ciudadano salteño

    Y en 1973 un caos se exploto una garrafa y alerto a la gente que corría asustada. Yo era apenas un niño.

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