Superpoblación carcelaria: aseguran que algunos presos duermen de la peor manera

El Comité de Prevención para la Tortura presentó su segundo informe anual correspondiente al año 2023, y los resultados son alarmantes. En el programa "Pasaron Cosas", Cristina Cobos, integrante de este Comité, compartió algunos datos preocupantes derivados de un relevamiento realizado en el sistema penitenciario provincial, incluyendo la Alcaidía y las unidades carcelarias. 

La situación de los presos, encendió las alarmas, especialmente porque la provincia está en emergencia carcelaria desde el año 2022, presentando una superpoblación y estado de hacinamiento en las unidades carcelarias.

Cobos señaló que la superpoblación carcelaria, es uno de los problemas más graves que enfrenta el sistema carcelario, y lamentablemente, el Ministerio de Seguridad no fue capaz de proporcionar respuestas efectivas, a pesar de que esta crisis persiste desde el 2022. Anteriormente, el ministro Marcelo Domínguez había gestionado fondos ante el Gobierno Nacional para la ampliación de la Alcaidía y la construcción de una nueva cárcel en Quijano, pero estos proyectos fueron paralizados tras un cambio de gobierno.

La situación se agrava aún más cuando según el informe, se constata que alrededor de 300 presos no tienen colchones y se ven obligados a dormir en el suelo. Además, muchos presos pierden sus turnos médicos programados en hospitales debido a la falta de vehículos y recursos para realizar los traslados necesarios.

Cobos denunció que esta situación es grave y requiere una pronta acción por parte de las autoridades competentes. A pesar de las conversaciones con el Ministro de Seguridad, se informó que no hay fondos disponibles para abordar estos problemas. Incluso, se intentó gestionar la instalación de una sala de prevención para la atención médica diaria, pero se encontraron obstáculos debido a la falta de médicos dispuestos a trabajar en el sistema carcelario.

Además de las condiciones de vida precarias, Cobos también alertó sobre los casos de violencia y tortura que padecen muchos reclusos, especialmente durante los traslados entre pabellones, donde son víctimas de maltratos por parte del personal penitenciario. Esta situación requiere una respuesta urgente y efectiva por parte de las autoridades para garantizar los derechos humanos de todas las personas privadas de libertad.