"Cargnello estaba al tanto de los abusos": La acusación de una víctima de Rosa Torino
Juan Manuel Bo, ahora psicólogo, aseguró que toda la jerarquía eclesiástica sabía de los abusos.
Juan Manuel Bo es el principal testigo en contra del cura Agustín Rosa Torino, es de Buenos Aires y estuvo en Salta para declarar en el juicio por abusos sexuales del religioso. Rosas dirigía el Instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista. Bo, ahora psicólogo, aseguró que toda la jerarquía eclesiástica sabía de los abusos.
Juan Bo estuvo algo más de seis años en el Instituto Hermanos Discípulos de Jesús de San Juan Bautista, que dirigía el cura Agustín Rosa Torino. Entró a finales de 2008 y se fue en el 2015, tras años de presiones.
Se dedicó durante años, inclusive mientras estuvo en el instituto, a recopilar testimonios de los abusos sufridos por sus compañeros y después de decenas de casos, denunció todo a la jerarquía eclesiástica. Nada pasó y los hechos intentaron ser cubiertos, desconociéndolo, negándolo o desprestigiando a las víctimas, consignó en una entrevista Eduardo "Huaity" González para El Diario Digital.
¿Por qué llegaste a la Congregación?
Porque venía de una búsqueda espiritual muy grande a partir de la muerte de un compañero del colegio, y me metí en la fe, en la Iglesia, allá en San Isidro y en esa búsqueda, a los 20 o 21 años, estudiando psicología y con inquietudes vocacionales; un amigo me presenta al padre Rosa y me lo presenta como un santo. El San Pio argentino me dice.
Pero ya venias con una formación religiosa...
Sí, yo venía de una aplicación en Tierra Santa y venía de muchos años de lectura de santos, sobre todo este San Pío y él me dice "es un santo argentino, hace milagros, te ve el corazón, te sana, es un fundador, no hay fundadores vivos y él es un fundador. No sabes cómo predica". Y a la semana me dice "vino Rosa a Buenos Aires, juntante un grupo y vamos a verlo". Bueno, junte un grupo y fuimos a verlo, nos confesó a todos y nos dio una charla.
¿Y qué te pasó?
Lo miraba y era cómo ver cómo le fluía la santidad, esa de la que me hablaba mi amigo. Porque cuando a vos te presentan a alguien, influye mucho lo que te dicen antes. Y a mí me decían que él hacia milagros, sanó paralíticos, a un chiquito que no caminaba, le agarro las piernas y salió caminando. A otra persona que no veía, la hizo ver, se metió a una sala de terapia intensiva en donde había 15 y salieron los 15 al otro día; eso me contaron de Rosa cuando lo conocí.
De ese impacto, a ir a declarar en Ciudad Judicial ahora por el tema de abuso. ¿Qué pasó en el medio?
A mí lo que me impacta, es que Rosa nos cuenta que en la comunidad que él fundó, el unía el pasado y el presente de la iglesia, por eso San Juan Bautista. San Juan Bautista une en el antiguo testamento que unirá ¿Que traía del antiguo? Toda la tradición eclesial; usar un hábito, todo lo litúrgico, bien conservador. Y lo nuevo era lo carismático, y a mí me cerró por todos lados, dije "qué bueno que esta esto" y conozco 30 o 40 hermanitos, alegres y carismáticos que a la vez usaban hábitos y era todo muy lindo. Y de ahí a Ciudad Judicial hay un largo camino, donde descubro que no era el Santo que yo esperaba.
¿Cuándo empezaste este período de revelación? ¿Cuándo te empezaste a dar cuenta?
A los tres meses ya empezó el periodo revelación. El primero año ya me tocó convivir con hermanos que ya tenían cuatro o cinco años en la comunidad...
¿Pero la comunidad estaba en San Isidro o acá?
Me tenía que tocar en Salta, pero como en San Isidro hubo mucha repercusión por mi entrada, el cura prefirió como adelantarme cuatro años, aunque no me adelantó en vestimenta, lo hizo en años y yo arranqué a estudiar con los hermanos que ya estaban cuatro hace cuatro cinco años en la comunidad. El cura me decía que "para que los curas de San Isidro que dan clases, te vean, vean que no estás loco, que no te obligamos". Yo feliz de adelantar porque así iba a ser cura antes. Después si me toco venir a Salta y hacer al noviciado y hacer un año de pastoral, como a todos. Fue fuerte.
Después, ¿qué pasó?
A los tres meses, esos hermanos que ya tenían años en la comunidad y veían que yo estaba en el círculo cercano de Rosa, le manejaba, hablaba con él, entraba a su cuarto, y yo veía que ellos no entraban al cuarto, que ellos no tenían tanto acceso.
¿Cómo se comportaba Rosa?
Rosa no celebrada misa con todos. Él comía aparte, comía otra comida o salía a comer afuera. Todo lo que él le pedía a los demás que hagan, él no lo hacía. Y yo le empecé a preguntar "Padre porqué o Padre porque no" y él me decía que estaba enfermo, que tenía diabetes, que el padre tiene que ver y velar por sus hijos, no te olvides de arriba. Tenía todo un sentido el que iba dando a su forma de proceder y bueno, uno le va creyendo, pero después te empieza a llamar la atención. Vos decís, "che, ¿Por qué no celebra misa el cura? Solo los domingos aparece y en la semana no celebraba (todos los días tiene que celebrar misa un cura) ¿Por qué no reza? Nunca rezaba con nosotros. ¿Por qué come distinto? "Bueno, está enfermito el Padre".
¿Qué te decían los otros hermanos?
Los más grandes me decían: vos estas acá por Jesús, está en la clase de respuesta: "Si vos seguís a Rosas, perdes. Vos tenes que seguir a Jesús", y ahí fue "y si, yo sigo a Jesús". Y si, la parte de la oración, la parte de cómo vivimos en un montón de cosas re lindas, y eso me hizo quedarme; los hermanos. Porqué es lindo vivir en comunidad con otros, cuando haces este camino, los curas están muy solos, por ejemplo, esto era todos juntos, para adelante. Tenía mucho sentido bíblico y espiritual muy lindo.
Y muy hippie...
Si, muy jipon. Había muchos jóvenes y los retiros para jóvenes que había y había constantemente mucha alegría, hacia afuera.
Hacia adentro, cuando empecé a vivir con los más grandes, me empecé a dar cuenta que no había muchas cosas muy buenas, y de golpe, uno se escapó. Y cuando la charla sobre qué se escapó era un hijo de puta que bla bla, y otro se escapó. Yo no entendía todavía, que la gente se escapaba...
¿Por qué utilizas el término "escapar"? Si se escapan es porque estarían encerrados, que no los dejan ir...
Se escapaban realmente, a la 1 de la mañana, cuando estaban todos durmiendo, agarraban sus cosas y se iban y nadie sabía a donde estaban...
El punto es ese. Cuando usas ese término es porque te escapas de la cárcel, por ejemplo...
Claro, porque ellos, para los hermanos, nosotros, era muy difícil enfrentar a Rosa y decirle "mira, me quiero ir". No, "rompes la voluntad de Dios, te vas a condenar, el infierno, Satanás...". Sobre todo, la voluntad de Dios. Porque si Dios te llamó a estar acá, era un plan para vos, ¿vos vas a ir en contra del plan de Dios? ¿Cuánta gente se va a condenar porque vos eras el elegido de Dios para llevarlos a la salvación?
Manipulación absoluta...
Si, una manipulación con todo el sentido cuando te toca. Vos estas metido ahí, estas en una. Estas pensando a full en las santidades, y ves la vida del Santo de la Iglesia y esa vida ¿cómo es? A todos los hicieron cagar, y vos decís bueno...
Tres meses y ya empezaste a ver qué era lo que sucedía...
El Padre me sacaba a comer afuera, me llevaba a comer con mis papás días de semana, yo después tenía que seguir el horario programado para los hermanos, pero los hermanos veían que yo me iba, entonces era difícil porque te empezaban a juzgar y decían que yo tenía privilegios, y yo no quería tener privilegios ante los hermanos. Me encantaba ir con el Cura, porque yo estaba con un Santo y también quería descubrir porque él era un Santo, porque me ilusionaba con algunas cosas, pero uno quería justificar que él era Santo.
¿Cuándo te diste cuenta o cuando te enteraste de los abusos? ¿Cuándo ya no tuviste dudas y que te pasó?
Noviembre del 2013, volviendo de un fin de semana acompañando a un sacerdote, no voy a dar nombres porque estos dos primeros abusos, son dos chicos que yo lleve a la Parroquia, un hermano. Y me rompió el corazón, porque yo los llevé, yo los invité.
Te sentiste responsable...
No sé si la culpa o la responsabilidad, de decir "che, yo llevé a estos pibes y los abusaron" y yo me enteré como un año y medio después. Me contó el cura porque los chicos fueron a hablar con él, y le pidieron que no haga nada, que no diga nada y él les insistía en ir a la policía. A los hermanos los abusa otro hermano en un viaje de un retiro. Al tiempito, estos chicos empiezan con problemas, van a hablar con el cura Pío, que es muy amigo mío, y le cuentan todo. Le dijeron que no querían que nadie sepa, porque les deba vergüenza, "porque el pueblo es chico, para que la gente no vaya en contra de la Iglesia, y sobre todo para que no vayan en contra de vos y de Juan. Porque ustedes siempre fueron buenos con nosotros". Y Pío les dijo que vayan a la policía, lo llamó a Rosa y Rosa le dijo "no, no. No vayas a la policía, hoy mismo lo echó al hermano ese".
Sin condena por supuesto...
¡No! Se fue a su casa, está libre el pibe ese. Los chicos nunca denunciaron, y yo me enteré un año después. O varios meses después y me rompió el corazón. Pío me cuenta porque yo le preguntaba "¿Por qué los chicos no vienen?" Y me cuenta y ahí le dije "Bueno, es la primera vez que dudo de si quedarme o no en esta comunidad".
Pero no fue por el padre Rosa esa vez...
No fue por el padre Rosa y encima esa vez actuó, si queres, los echó. Porque claro, se lo veía venir. Más adelante, ya a fines del 2014, en verano del 2015, a mí me tocaba guiar unos campamentos de acá de Salta, cerca de Cachi, y ahí, un joven de acá, salteño, me pide hablar y yo lo mando a hablar con otro hermano que era de mucha confianza mía, y este hermano viene y me dice "no, vos tenes que escuchar todo lo que yo escuché". El hermano de ese chico, mantenía relaciones con un sacerdote de la comunidad, con el padre Josué. Ahora ellos dos están acá, están declarando...
Pablo y Guillermo...
Pablo es el que mantenía relaciones con el cura, porque era gay, está perfecto. ¡Pero es el cura! Lo descubrí en un chat homosexual y vino a mi casa. Y Rosa le dijo "si vos hablás, yo te hago perder tu trabajo". Lo amenazó, a él y a su mamá.
La mamá de Pablo...
Si. Los amenaza Rosa y ahí este pibe me cuenta todo eso y ahí si fue la primera vez que me enteré algo grave. Había otras cosas; hermanos que se escapaban, tal hermano que se fue de novio con tal, está bien... se rompía el sigilo confesional, pasaban cosas. Muchas.
Cuestión que ahí nos juntamos los que estábamos organizando el campamento, cuento y uno de los que estaba organizando conmigo, el hermano Guillermo López, de acá salteño, dice "boludo, a mí me pasó también. Tres veces: con tal hermano, tal hermano y con tal cura".
¿Todos de la Congregación?
Todos de la Congregación. Pero a "tal hermano lo están por ordenar Cura" digo yo, "vamos a decirle a Rosa" y después le dijo a Rosa, y Rosa hizo que lo ordenaran igual. Sigue siendo cura. El hermano Job, abusó de López. Le metía la mano y López se paralizaba.
Ahí terminaron esos campamentos, que también fue un lio, había mucho tema con la guita. Siempre la guita que uno juntaba para algo, te la sacaban para otra cosa. Del campamento, los jóvenes que tienen actitud vocacional, pasan alguna experiencia.
Segunda noche de la experiencia, estábamos Guillermo, Juan, el que había escuchado a Vicentin y que era mi amigo, yo y había otro más que se llamaba Rodrigo. Empiezo a contar lo que pasó y Rodrigo escuchando, dice "a mí también me pasó. Si, a mí un hermano me trató de tocar". Yo digo, "¡Pero la puta madre! Ya llamémoslo a Rosa y le contemos, porque no puede ser", mira mi ignorancia.
Y lo llaman a Rosa, no atiende y lo llaman a Josué. Y Josué le dice - ¡¿A quién le contaste?! A Juan Bo. ¿Qué le dijiste?". Ese mismo día me llama Rosa y me dice que tenía que ir a tal casa ya porque me necesitaban ya. Agarro mis cosas y me voy a las 3 de la mañana y me ponen a trabajar en construcción en Finca la Cruz, sin explicarme nada.
De ahí volvemos a Buenos Aires porque ya arrancaba el año de estudiar. Llego a Buenos Aires, jugando al futbol, un partidito un martes, con los hermanos, me esguinzo el tobillo izquierdo. Voy a hacerme una resonancia y a ver un médico, a la casa de un matrimonio amigo en San Isidro, y estaba un cura comiendo, Ignacio Dott, que me conocía de chico me pregunta: "¿Cómo andas Juan? - un día me gustaría hablar con vos, venite y hablamos" ... A todo esto, mi amigo Juan habla con un cura amigo Ricardo, de San Isidro y le dice "che salí de ahí porque todo esto es grave".
Antes de todo esto, yo no había registrado que una noche del campamento, me junto en la cocina a hablar con las tres monjitas, con Guille y con Juan, que éramos los que organizábamos el campamento y yo les cuento lo que pasó. "Este año se escapó tal, pasó esto, parece que hubo quilombo, Rosa tal, pa pa pa...". Y había una monja ahí cocinando que yo no la vi, y esa monja escribe lo que yo digo y se lo manda a Rosa, yo no sabía.
A todo esto, vuelvo, esguinzado en Buenos Aires, me dan permiso para irme a descansar a mi casa. Cuando yo estoy en mi casa, me llama Rosa y me dice "¿che, puedo ir a hablar con tus viejos?" "Si dale Padre, venite". Terminamos de cenar, nos vamos al living de mi casa, papá, mamá, yo, Rosa. "Adriana, José, ustedes saben que yo los quiero mucho, a Juancito lo quiero un montón, hace cuanto tiempo que venimos juntos, pero tengo una muy triste noticia. ¿Vieron ustedes que Juancito desde chico es muy conflictivo? A él lo echaron del colegio a los 5 años (era vedad) después tuvo conflictos en el colegio, a los 16 años se agarró a pelear con un profesor, se escapó de la comunidad. Pero ahora cometió un delito muy grave, que es motivo de expulsión. Yo acá traje un papel, firmado por 4 hermanitas, las tres y la cocinera", cosa que era mentira, porque yo después hablé con ellas y ellas nunca firmaron. Estaba la que declaraba a favor, que se quiso suicidar hace tres semanas, empastillada. Y dice "y si Juan no pide perdón, a todo esto que él dijo, que son delitos graves, eclesiales. Si no pide perdón, yo procedo a leer todo esto que él dijo". Yo agaché la cabeza y me acordé de un pasaje bíblico que dice que el día en que no nos podamos defender, que Dios nos iba a defender y dije "Dios defendeme". Y fue la primera vez que me planté, lo miré a los ojos y le dije que proceda a leer.
Y ahí decía que él había ordenado hermanos que se habían hecho cosas malas, lo de los abusos, lo de Josué, lo de la economía, un montón de cosas decía, tremendas. El solo se pisaba el palito frente a mis papás, porque el leyó todo eso. Mis papás lloraban, estaban re mal. Fue una manipulación muy fuerte.
Y ahí dijo, "la opción que yo tengo, para no expulsarlo, es que él se vaya un año de clausura. La clausura en el medio del campo, solo a meditar sobre todo esto que está diciendo". O sea, la muerte. Yo le dije "no padre, yo no me quiero clausurar". Y ahí les dijo a mis papás que nos dejen, que íbamos a hablar. Mis papás se fueron y ahí me dice "bueno, ¿Qué vamos a hacer?" Y yo le dije que quería seguir estudiando. Y me dice "bueno, déjame hablar con el consejo y te aviso". Se va y me quedo re mal, imagínate.
A los dos días vuelvo a la congregación, y Rosa frente de todos los hermanos cuenta todo lo mío, sin decir mi nombre. Y ahí es cuando habló con mi amigo Juancho. Me dice "mañana me voy a ir", "no Juan ¿cómo te vas a ir?". La verdad que me salvó, fue mi mejor amigo, que era al que yo lo metí, mi hermano desde chico. Bueno, esa noche no dormí.
Al otro día le digo bueno, 90 que me quedo y 10 que me voy con vos. Primer recreo le digo 70, 30; segundo recreo 50, 50. Llego el mediodía y le digo "bueno, me voy con vos". Yo era el secretario, tenía todos los documentos, entonces yo podía agarrar lo que yo quería; y vamos y decimos "che, nos vamos", nadie se iba, todos se escapaban. Sí, sí: tenemos dos ocasionales y nos queremos ir. Nos hicieron firmar unos papeles y fuimos a buscar nuestras cosas.
Cuando estábamos saliendo con las valijas, yo a la mañana había rezado y le había dicho a Jesús que "mi única condición para irme, era irme a vivir en un lugar que estés vos, que este el santísimo, dame esa señal". Cuando abro la puerta para irme, estaba el cura Dott, el de la casa de la familia que yo había llevado. "- ¿Qué haces acá? -Te vine a ver ¿te acordas que me dijiste? -Me estoy yendo. -No, ¿Cómo que te estas yendo? Entremos, vamos, sentémonos". Entró, saludó a todos los hermanos, que era como 30 y nos fuimos a un living a hablar. Claro, y adentro, lo que dicen es que yo llamé a un cura de San Isidro para que venga y me lleve. ¡No! Era la señal de Dios, muy loco.
Nos sentamos con Ignacio, le contamos todo y el responde "vénganse a vivir conmigo". Cuando él dice eso, yo hice el click de la oración de la mañana, era muy espiritualista todavía. Y nos fuimos a lo de Ignacio, le contamos todo y él llama al Obispo Ojea. Y al otro día vamos a ver al Obispo, le contamos todo en lágrimas "esto es muy duro" dice, "¿Puedo rezar por ustedes?" y reza. Bueno, escriban una denuncia y empiecen así "a pedido de Monseñor Ojea, vamos a relatar todos los hechos que vivimos en la comunidad". Y ahí empecé a escribir, estuve 10 días escribiendo 27 hojas, y el 7 de abril entregué esa denuncia en la nunciatura de Buenos Aires y ahí empezó todo.
Y de ahí pasa a la justicia...
No. Ahí fue muy duro el camino, se empiezan a escapar hermanos. Ese año se escaparon como 80. Y venían y me hablaban: "che, yo quiero denunciar" y también estaba el que me hablaba para ver qué pasaba y al revés, para probarme. Ahí se empezó a promover esta idea loca de que yo quería destruir el Instituto porque no habían querido ordenarme cura, todo mentira. A mí ya me tocaba, ese año terminaba.
Hay un cura que se escapa, lo busco yo, de noche y al otro día vuelve se autoacusa, que había tenido relaciones con Josué, que le decía "chúpame la pija", y bueno, muy abusado. Y eso, lo quebró.
El paso de la denuncia de la Iglesia a la justicia fue traumático también me decías...
Fue traumático. Hubo primero una entrega de 20 o 25 denuncias de hermanos que se iban, a las autoridades eclesiales. De la Iglesia no hubo respuestas, hasta que Ignacio fue el nuncio y les dijo que, si no había respuestas, empezamos con los medios. Ahí, nombran a Monseñor Stockler, de Quilmes para que investigue. Que yo te cuento que le mandamos copia a Poli, a Francisco, a Cargnello. Ya no había forma de esconder todo esto y todos sabían en la jerarquía de la iglesia lo que estaba pasando. Stockler, era un inútil...
¿Y qué pasó?
"Juan Bo es el demonio" como si yo tuviera peso frente a todo lo que venía. Y ahí empezamos a hablar con Miriam Lewin de TN, y ese año en diciembre se escapa el hermano Jair, que se había querido suicidar, sus abuelos son de San Isidro y él va para allá y me contacta. Rosa le había dicho que yo estaba loco, que era un enfermo, pero confiaba en mí. Me habla y me cuenta todo y yo justo me iba a Australia, me recibía y me iba dos meses a despejar la cabeza de todo este quilombo.
Estando en Australia, me llama Jair y me dice que quería denunciar. ¡Jair!, del que nadie se esperaba: flaquito, chiquito, voz de pito. Fue y denunció en Ciudad Judicial y después se sumó Valeria y después se sumó Jhony. Y hay un montón que no se animan a denunciar por miedo, por amenazas.
Eso fue en enero del 2016. Empezamos la investigación con los medios, cuando en diciembre del 2016 sale en TN con Miriam Lewin, es la primera que ahí la justicia Salta da la respuesta a la denuncia radicada en enero, y que la Iglesia empezó a dar respuesta. Después lo sacan a Stockler, lo ponen a Monseñor Elizalde, que es mucho más padre, más accesible, se puede charlar con él, me escribe siempre "¿Cómo estás?". Y ahí empezó la causa a avanzar de a poquito.
El tema de la Iglesia, tanto a nivel provincial en Salta Y a nivel nacional ¿Encubrieron esto o intentaron encubrirlo?
Si, encubrieron todo. Rosa sigue siendo cura, Josué sigue siendo cura. En la fiscalía hay tres denuncias, pero eclesiales hay un montón y hay un montón de implicados. Pasa que la denuncia eclesial requiero que vos denuncies, al año confirmes tu denuncia declarando ante un notario y un cura durante seis horas. Al año, otras seis horas, frente a un monseñor, Mollaghan, que era el encargado que cuando a mí me tocó esa segunda declaración, me quiso incriminar y a hacerme sentirme que yo era el culpable de las cosas que Rosa había hecho. Eso es un sistema encubridor.
Cargniello estaba al tanto...
Siempre estuvo al tanto. Hubo decenas o centenas de denuncias antes que de las que yo hice y siempre terminaron en manos de Cargniello. Sabia de los abusos, siempre lo supo.
¿Cuántos afectados calculas vos que hubieron?
Para mí, más de 100. Es un numero grande. Desde que empezó todo esto y mucho más.
¿La situación te mató la fe, o te mató la fe en los hombres?
Esta buena la pregunta. La situación no me mató la fe, y no me mató la fe en los hombres. Me ayudó a distinguir que hay hombres que eligen ser buenos y hay hombres que eligen ser malos, o que toman decisiones que los hacen ser malos, que su debilidad los lleva a la maldad por elección. Hay otros que son enfermos y ya no pueden elegir, y si me minó mucho la fe en la iglesia institución, en las autoridades eclesiales, en los hombres autoridades eclesiales, eso sí. Y lo distingo de la iglesia pueblo, de la iglesia que busca el bien de la iglesia que busca lo sagrado, que busca trascendencia. No sé si creo en Jesús o no, no sé si creo en la Virgen o no, no me lo cuestiono tanto hoy. ¿Me siento en las manos de Dios?, sí. ¿Siento que mi vida tiene sentido?, sí. ¿Tengo ganas de vivir? Mucha. ¿Soy un apasionado de vivir? Sí.
MI PREGUNTA?
Donde estan los padres o las familos de las monjitas que permiten que sus hijas esten en una secta?.
Estuve alli y las hermanas la vida que llevan no tiene son ni ton. Para vivir mendigan. Tienen un fundador con prisión de 12 sños por abuso.
Por favor. Saquen a sus hijas de alli que dejen de vivir en la mentira.
Señores todo lo que dicen los que salieron de alli es VERDAD.
Sus hijas estan enfermando viven bsjo codigos sectarios. Ayudenlas. Solas no pueden decidir le robaron la libertad de decidir por si mismas.
Si conocen algina familia que tenga su hija en este Instituto pidan que la saquen de alli. Salven y cuiden a sus hijas. El Padre Rosa no es inocente. La hermana María Luz. Teresita
Paola etc. No son inocentes. Saben y siguen manipulando a esas pobres mujeres. Ayuden a sus hijas familias.
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Hasta los curas van presos y algunos políticos ¿Cuando?
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Cargnello es otro puto con poder...como varios otros en Salta.
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El único culpable de que existan éstos enfermos son los Opas salteños. Retrógrados de mierda.
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Pero si éste es otro enfermo come pebetes. La culpa es de la gente salteña y pelotuda.
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Y que tambien tenga un juicio, que lo aparten de la iglesia y vaya preso si sabia. en fin la hipocresia
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Los curas siempre fueron indiferentes a la sociedad .no es de extrañar esta postura .
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Cargnello, siempre estuvo al tanto de todos los Abusos, siempre los Protegió, encubrió a Genocidas como el Profe Rodriguez, escondió a Traficantes de Armas, todos en la UCA Saben y callan, Una Pena que los Católicos nos veamos Perjudicados por estos Tristes Personajes que ensucian nuestra Religión.
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Cargnello como pebetes de día y de noche y la sociedad salteña lo sigue sosteniendo en un lugar tan sagrado para la provincia...
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Es el que veía pobreza con Macri y ahora se hace el boludo
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