Largas filas en Banco Nación: jubilados aseguran que pagan por "banquitos"

Una vez más, los abuelos de nuestra ciudad deben enfrentar las inclemencias del clima, ya sea bajo el calor, la lluvia o el frío, para poder acceder a los servicios del Banco Nación, ubicado en calle Florida 575. 

Cada mañana, desde las primeras horas, se forman largas filas frente a la sucursal, con la esperanza de que su turno llegue cuando abran las puertas a las 8:30 de la mañana. Sin embargo, esta espera podría durar varias horas, ya que muchos de los jubilados deben llegar desde las 5 o 6 de la mañana para garantizarse un lugar.

Lo más sorprendente es que, a pesar de la modernización de muchos servicios bancarios, los abuelos no cuentan con una solución más eficiente para ser atendidos. Según testigos entrevistados por el móvil en vivo de Que Pasa Salta, la situación es aún más complicada para aquellos que no pueden soportar la espera de pie. Algunos de ellos recurren al alquiler de "banquitos", pequeños asientos plásticos que se venden por $500 para quienes necesitan descansar mientras esperan.

"Hay personas que llegan desde las 5 de la mañana o incluso antes. Muchos ya tienen sus últimos $500 reservados para alquilar un asiento y no tener que esperar de pie", comentó uno de los abuelos entrevistados. Esta modalidad de alquiler de asientos existe desde hace años, aseguraron. 

A pesar de los avances tecnológicos y las múltiples opciones de digitalización en diversos sectores, el sistema de atención en Banco Nación no logró adaptarse para optimizar la experiencia de los jubilados y otros clientes. Esto lleva a muchos a tener que esperar pacientemente durante varias horas, sin ninguna mejora significativa en el proceso que alivie esta carga.

Los testimonios compartidos por los jubilados indican que la situación no solo afecta a la comodidad de los abuelos, sino que también genera una serie de tensiones, ya que algunos clientes intentan adelantar su lugar en la fila, lo que genera malestar entre quienes llegan temprano para esperar su turno. La falta de una solución efectiva a este problema sigue siendo un tema de preocupación y debate entre los usuarios de la entidad bancaria.

Lo que podría ser una simple rutina diaria se convierte en una prueba de resistencia para los abuelos de la ciudad, que año tras año deben soportar condiciones difíciles para realizar un trámite que podría haberse gestionado de forma más ágil. La pregunta que persiste es por qué, a pesar de los avances tecnológicos, no se han implementado soluciones más efectivas que mejoren la calidad de atención en este tipo de situaciones.