La UNSa declaró personas no gratas a los diputados Orozco, Zapata, Moreno y Vega

La situación en torno al veto del financiamiento de las universidades públicas ha generado una ola de protestas y manifestaciones en todo el país, y Salta no ha sido la excepción. La Universidad Nacional de Salta (UNSa) ha decidido resistir ante la medida del presidente Javier Milei y es por ello que estudiantes y docentes se unieron para expresar su descontento ante lo que perciben como un ataque directo a la educación pública.

El corte en Av. Bolivia, protagonizado por miembros de la comunidad universitaria, es solo una de las acciones iniciales en una escalada de protestas que ya ha convocado a una gran asamblea para definir medidas más contundentes. Este clima de creciente movilización refleja no solo la indignación ante la decisión legislativa, sino también la sensación de traición percibida por parte de los representantes salteños en el Congreso Nacional. La declaración del Consejo Superior de la UNSa, repudiando la votación y declarando "Personas No Gratas" a los diputados Julio Moreno, Carlos Zapata, Emilia Orozco y Yolanda Vega, es un claro indicativo de la ruptura entre la universidad y ciertos sectores políticos locales.

El contexto de estas acciones no puede ser desvinculado de una creciente tensión entre los defensores de la educación pública y un sector político que parece haber priorizado otros intereses en la agenda nacional. Este veto al financiamiento no solo impacta el presupuesto de las universidades, sino que es percibido por muchos como una señal de desprecio hacia uno de los pilares fundamentales del desarrollo social: la educación superior accesible para todos.

Por su parte, el Frente Sindical, que agrupa a los gremios docentes y no-docentes, ya ha puesto en marcha su plan de acción. La propuesta inicial de un paro para el jueves podría extenderse al viernes, como parte de una estrategia que busca aumentar la presión sobre los legisladores y el gobierno. Diego Maita, secretario general de la Asociación de Docentes e Investigadores de la UNSa, ha dejado claro que esta movilización tiene un fuerte componente gremial, pero también una dimensión educativa: las clases públicas y jornadas de lucha propuestas buscan visibilizar el conflicto y generar conciencia social sobre la importancia de defender la universidad pública.