Silencio total de los senadores salteños: cobrarán más de 9 millones de pesos

En las últimas horas, se ha confirmado un nuevo aumento en la dieta de los senadores nacionales, elevando su salario a $9 millones. Esta medida, que fue resuelta por la Comisión Negociadora Paritaria del Parlamento nacional, incluye un incremento del 3,5% sobre los sueldos de julio y otro 3% sobre los de agosto, y ha desatado un profundo malestar en la población, especialmente en un contexto de crisis económica que afecta a gran parte del país.

Lo que agrava la situación es el silencio de los tres senadores por Salta: Juan Carlos Romero, Nora Giménez y Sergio Leavy. Ninguno de los legisladores ha emitido comentario alguno sobre este aumento, lo que ha sido interpretado como un aval implícito a una medida que ha generado indignación en la sociedad. En momentos en que gran parte de los argentinos enfrenta dificultades económicas, la falta de pronunciamiento de estos representantes ha sido vista como una actitud de insensibilidad y desconexión con la realidad que vive el país.

Este nuevo aumento se suma a un escándalo que se originó en la sesión del 18 de abril, cuando la Cámara alta aprobó un incremento en la dieta de los senadores. En aquella ocasión, se estableció que a partir de mayo los legisladores percibirían un total de 13 dietas anuales, una más que hasta entonces, y que cada dieta sería equivalente a 2.500 módulos, más 1.000 módulos por gastos de representación y 500 por desarraigo. Un módulo tiene un valor de $1.668 desde febrero, lo que ya entonces había generado un fuerte rechazo público.

El debate sobre los sueldos de los legisladores nacionales se centra en cómo se compone su salario: una "dieta" o salario básico, una suma adicional por gastos de representación, y un plus por "desarraigo" para quienes viven a más de 100 kilómetros de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Este último concepto se calcula como el 14,2% del total de la dieta y los gastos de representación.

La resolución del 18 de abril, que provocó gran controversia y malestar, fue solo el comienzo de una serie de incrementos que ahora, con el reciente ajuste, llevan los sueldos de los senadores a niveles que contrastan fuertemente con la situación económica de la mayoría de los argentinos.