Si no te pica el dengue, te matan las víboras: Yrigoyen, municipio abandonado
Vecinos denuncian que la falta de desmalezamiento puso en riesgo la salud de todo el pueblo. Crece el malestar por la gestión de Alfredo Sosa.
La pandemia no es lo único que afecta en Salta. La indiferencia de los políticos puede causar también estragos. Vivir en el norte provincial es jugar a la ruleta rusa constantemente. Si no te pica el dengue, te puede matar una víbora. ¿Cuál es el punto que las unen?; que ambas surgen por la falta de políticas públicas. Veamos lo que ocurre en Hipólito Yrigoyen, la tierra que gobiernan hace años los Sosa.
La localidad norteña atraviesa el peor panorama de su historia. No solo arrastra con los flageles de la pobreza y desocupación, sino que debe lidiar contra tres frentes: coronavirus, dengue y envenenamiento por mordedura de serpientes. Si bien no se puede hacer mucho contra el COVID-19, lo otro se soluciona con desmalezamiento. Alfredo Sosa parece no darse cuenta o prefiere hacer oídos sordos a lo que le reclama su pueblo.
Vecinos del Barrio 62 Hectáreas, un asentamiento que surgió de la pobreza extrema y de miles necesidades básicas insatisfechas, denunciaron a Que Pasa Salta la inacción por parte del jefe comunal.
"Hace años venimos peleando contra el dengue. Hay personas que han muerto y otros sobrevivieron porque Dios es grande. Hoy se habla de coronavirus pero no es la única enfermedad que hay en el pueblo. Los yuyos no solo es el hogar de los mosquitos, sino también de las víboras que muerden a cualquiera. Le pedimos al Intendente que corte el pasto pero nunca nos dio una respuesta", expresaron a nuestro medio los damnificados.
De acuerdo a lo que detallan, en el lapso de tres días encontraron 2 víboras en la zona. Una de ellas era una yarará. Detallamos de esta manera por si el "Lobo" Sosa no se enteró todavía de lo que ocurre en donde gobierna.
En el informe sobre picaduras faltó otra posibilidad: si te pica el culo, son parásitos.
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Si no los mató a todos la cantidad de trabas con HIV ahí, no los mata nadie menos una culebrita zapera.
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