Milei recorta viáticos y pone en jaque al funcionamiento del Parlasur

Un miembro del Parlasur expresó su frustración al afirmar que se encuentra "800 lucas abajo", tras los recientes recortes implementados por el gobierno de Javier Milei, que eliminan el financiamiento para traslados y viáticos de los representantes argentinos. La medida, anunciada en el Boletín Oficial del 17 de septiembre, deja a los legisladores sin fondos para viajes y alojamiento, dificultando su asistencia a las sesiones del organismo en el exterior.

Durante la sesión de este lunes en Asunción, los parlamentarios de Brasil, Paraguay, Uruguay, Bolivia y Argentina se pronunciaron en contra de esta decisión, que podría paralizar las actividades del Parlasur, ya que para alcanzar quórum es necesario que haya al menos un representante de cada delegación. Celso Rusomano, representante brasileño, impulsó la moción, argumentando que "la medida afecta de muerte a la institución multilateral que representa las aspiraciones de integración de todos los pueblos del Mercosur".

Argentina cuenta con 43 parlamentarios electos por el voto popular, pero solo 25 asistieron a la reunión en Paraguay. Algunos legisladores han optado por no participar, pues el recorte les impide costear los viajes y participar en los trabajos de comisión. Un parlamentario admitió que otros han tenido que priorizar sus empleos personales al no poder sostenerse económicamente en sus funciones dentro del Parlasur.

La medida, impulsada por el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y la canciller Diana Mondino, ha generado tensiones en el ámbito político. Legisladores opositores acusaron al gobierno de desentenderse del problema, mientras que algunos representantes libertarios, que tampoco han recibido sus viáticos de la sesión anterior, están "calientes" con la situación.

Lilia Puig, parlamentaria de Cambiemos, defendió que "la representación popular es un derecho ciudadano" y señaló que la gestión de Milei está llevando a "un proceso de desprecio institucional". Gabriel Fuks, jefe de la delegación argentina, añadió que la decisión del gobierno es parte de un patrón de acciones que buscan debilitar al Mercosur y a la integración regional.

La situación se complica aún más de cara a la próxima sesión del Parlasur, prevista en Argentina para noviembre. Debido a las refacciones en el recinto de Montevideo, las sesiones han rotado entre diferentes países. Ahora, peronistas y libertarios debaten si la reunión se celebrará en La Plata, beneficiando a Axel Kicillof, o en el Senado de la Nación, favoreciendo a Victoria Villarruel.

El recorte, además de afectar la participación argentina, amenaza con escalar el conflicto diplomático dentro del Mercosur, donde los demás países continúan financiando a sus parlamentarios.