Sáenz le respondió a CFK: "Nada puede construirse desde la confrontación"

Las recientes declaraciones de la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner generaron malestar en varias provincias, especialmente en el norte argentino. El actual dirigente del PJ Nacional expresó su "pena y dolor" por el apoyo de diputados provinciales a algunas iniciativas del gobierno de Javier Milei. Sin embargo, en Salta, el gobernador Gustavo Sáenz no dejó pasar los dichos y le respondió con dureza.

En medio de la crisis provocada por la crecida del río Pilcomayo, que mantiene aisladas a cientos de personas, y la amenaza de un desborde del Bermejo, Sáenz señaló que la difícil situación que atraviesa la provincia es consecuencia de "años de abandono" por parte de los gobiernos nacionales, incluido el de la ex mandataria.

"Argentina no empieza y termina en Buenos Aires"

El gobernador salteño remarcó que los legisladores que apoyaban medidas del gobierno nacional lo hicieron en un acto de responsabilidad cívica, garantizando la gobernabilidad. Además, criticó la falta de acompañamiento de dirigentes nacionales ante la crisis humanitaria que afecta al norte del país.

"Hoy el Pilcomayo y el Bermejo están desbordados, tenemos salteños evacuados y aislados, y no hay un solo dirigente nacional, ni del oficialismo ni de la oposición, que esté acompañando esta situación. Esto también da mucha pena y mucho dolor. Argentina no empieza y termina en Buenos Aires" , sostuvo Sáenz.

También cuestionó la intervención del PJ en Salta y Misiones, calificándola de arbitraria y con multas electorales. Según el mandatario, la decisión estuvo motivada por el hecho de que las autoridades desplazadas no respondieron políticamente a la ex presidenta, a diferencia de las de Catamarca y Tucumán, que no fueron intervenidas.

"Quieren elegir a dedo a los candidatos de los salteños. No quieren que los salteños los elijan", disparó.

"Nunca me colgué del saco ni de la pollera de nadie"

En su extenso descargo, Sáenz reivindicó su autonomía política y criticó la soberbia de los dirigentes nacionales, asegurando que no aceptará imposiciones desde Buenos Aires.

"Nunca me colgué del saco ni de la pollera de nadie para estar donde estoy. Siempre busqué la bendición de los salteños y de Dios, por sobre todas las cosas", afirmó.

Por último, le extendió una invitación a Cristina Kirchner para dialogar "de igual a igual" , dejando de lado las diferencias ideológicas y priorizando los intereses del país.