El pedido de Milei para Massa: que el presupuesto 2024 se haga después de las elecciones

El candidato presidencial de La Libertad Avanza, Javier Milei, le solicitó al ministro de Economía, que se postergue la presentación del Presupuesto 2024 hasta después de las elecciones generales del 22 de octubre. El libertario argumenta que esto permitiría buscar un consenso con la fuerza política que resulte ganadora en las elecciones.

La Ley 25.152, establece la presentación del Presupuesto Plurianual de la Administración Pública Nacional. Milei señala que la formulación del presupuesto requiere una cuidadosa elaboración de las hipótesis sobre el comportamiento de variables macroeconómicas, recaudación tributaria, gastos y servicio de la deuda pública.

Milei también destaca que el proyecto de presupuesto tiene un impacto significativo en las políticas monetaria, cambiaria y financiera del sector público durante el trienio siguiente a su aprobación.

El líder de la Libertad Avanza, argumenta que las PASO recientes pusieron a las fuerzas políticas mayoritarias en una posible paridad de votos, por lo que solicita que se posponga la presentación del presupuesto hasta después de las elecciones generales. Propone que, después de éstas, el Poder Ejecutivo Nacional envíe el proyecto de ley de presupuesto al Congreso en consenso con la fuerza política más votada en las elecciones generales.

Es importante destacar que el ministro de Economía, Sergio Massa ya había presentado algunos lineamientos del proyecto de Presupuesto 2024 antes de las elecciones primarias, incluyendo la búsqueda de un "déficit cero", el ingreso de USD 1.300 millones de crédito internacional, alivio a importadores y obras en materia energética.

El día límite original para la presentación del proyecto era el 15 de septiembre, y recientemente se generó debate sobre el costo fiscal de la subida del mínimo no imponible de Ganancias, que eximirá a alrededor de 800.000 trabajadores del impuesto y podría resultar en una pérdida de ingresos fiscales de alrededor de $1 billón al año, según los valores actuales. Solo los altos cargos directivos de las sociedades anónimas, CEOs y gerentes seguirían tributando.