El Gobierno avanza en la desregulación del sector farmacéutico con medidas controvertidas

El Gobierno Nacional ha intensificado su agenda de desregulación en el sector de medicamentos, generando preocupaciones entre los laboratorios locales. El ministro Federico Sturzenegger, a cargo de Desregulación y Transformación del Estado, ha expresado su intención de facilitar la importación de productos provenientes de países con escasa vigilancia sanitaria, sin el control de la ANMAT, con el objetivo de reducir precios. Esta estrategia incluye incentivar a las provincias a que realicen sus propias compras en el exterior.

Recientemente, Sturzenegger afirmó que "la mitad de Asia se cura con los medicamentos de India; si logramos traerlos, los precios caerían a un décimo". Este interés se alinea con estudios realizados por el gobernador de Mendoza, quien ha estado evaluando al menos 178 medicamentos en el país asiático.

El Gobierno busca que las provincias adquieran estos productos sin pasar por los estrictos controles de ANMAT, un proceso que puede llevar hasta tres años. Actualmente, las importaciones están sujetas a la regulación de la agencia, que clasifica a los países según su nivel de vigilancia sanitaria.

En el Anexo I del decreto 150/92 figuran países como Estados Unidos, Canadá y Japón, cuyas autoridades son reconocidas por Argentina en el control de buenas prácticas. Por otro lado, el Anexo II incluye a países con menor vigilancia, como India, donde la autorización para importar depende de la presentación de información del producto y certificados sanitarios.

La Casa Rosada ha alentado a más provincias a importar medicamentos sin la autorización de ANMAT, un hecho que ha generado alarmas en el ámbito de la salud. Sonia Tarragona, ex jefa de Gabinete del Ministerio de Salud, destacó que los requisitos de importación son cruciales para la seguridad sanitaria y advirtió que omitirlos aumentaría significativamente los riesgos asociados.

Desde la industria farmacéutica, se sostiene que estas medidas crearían un entorno de competencia desleal, ya que los productos importados desde países del Anexo II no tendrían que cumplir los mismos estándares que los laboratorios locales, lo que pondría en riesgo miles de empleos en el sector.

El Gobierno espera que el incremento en las importaciones se traduzca en una reducción de precios, sin embargo, Tarragona ha señalado que no hay evidencia de que esto suceda y ha advertido sobre la dependencia comercial que puede surgir en contextos desfavorables, como se evidenció durante la pandemia de COVID-19.

Además, se están considerando otras acciones para desregular el sector, incluyendo la posibilidad de facilitar la venta de medicamentos a través del comercio electrónico y en establecimientos no especializados, lo que podría disminuir la función de los farmacéuticos profesionales. Dentro de la Casa Rosada, algunos proponen crear una agencia paralela que facilite la importación de productos.