El ex intendente de Cafayate se fue sin encausar el río Chuscha: dejó abandonado

Tras la derrota en las elecciones del 14 de mayo, el exintendente de Cafayate, Fernando Almeda, ha sido objeto de críticas debido a la falta de atención a las calles, la ausencia de iluminación en varios barrios y la omisión en la ejecución del crucial encausamiento del río Chuscha, representando un potencial peligro en la temporada actual. 

Se denuncia la falta de control en las áreas municipales, generando un vacío en la realización de tareas esenciales desde la pérdida de las elecciones el 14 de mayo hasta el 10 de diciembre que se fueron. Además, parte del antiguo gabinete habría retirado sin entregar la indumentaria necesaria, afectando el desempeño de la nueva administración y generando gastos innecesarios. La actual intendenta de Cafayate, Rita Guevara, manifestó a Que Pasa Salta: "La situación del municipio es muy compleja, somos positivos y sé que vamos a salir adelante". Guevara destacó los esfuerzos para brindar servicios básicos, limpieza y trabajo en equipo con diversos sectores, incluyendo bodegas, turismo, el gobierno de Salta, los bomberos y el comité de emergencia.

Durante su gestión en menos de 20 días ya se hicieron muchas cosas nuevas, inauguró el balneario que estaba en un estado de abandono y que es tan importante para el municipio. Guevara resaltó el fortalecimiento de la cultura y el turismo como elementos clave para el desarrollo local, y busca reconocer y valorar la labor de los empleados municipales que tienen trayectoria de hace años y no son familiares de ningún político, reforzando el compromiso con emprendedores y trabajadores para superar los desafíos. La administración anterior de Fernando Almeda ha dejado un legado de abandono y desafíos significativos para Cafayate. La falta de atención a las infraestructuras básicas y la omisión en proyectos clave para la seguridad de la sociedad revelan una gestión desatendida. La crítica a Almeda se acentúa al observar la ausencia de un plan de transición ordenado, evidenciado por la partida de parte del personal sin entregar la indumentaria necesaria, generando obstáculos innecesarios para la nueva gestión.