Aseguran que el reparto de fondos para las provincias será el peor en años

El conflicto entre la Nación y los gobernadores continúa escalando, esta vez, con el anuncio de que el reparto de fondos a las provincias en 2024 será el más bajo en los últimos ocho años. Este pronóstico profundiza las tensiones existentes sobre el ritmo de transferencias y subsidios a las arcas provinciales, exacerbando las discrepancias entre ambas partes.

Según la información proporcionada por fuentes gubernamentales, los dos tributos con mayores perspectivas de recaudación, derivados de la cosecha esperada y el incremento de las alícuotas para importaciones, no se coparticiparán. En consecuencia, el ministro de Economía, Luis Caputo, planea ajustar un 1% del Producto Bruto Interno (PBI) en envíos a las provincias.

Inicialmente, se estimaba que este ajuste representaría un recorte del 0,5% del PBI. Sin embargo, la caída de la ley ómnibus provocó una revisión de los cálculos, incrementando el ajuste previsto al doble de lo planeado inicialmente.

Según estimaciones privadas, este ajuste presupuestario podría alcanzar hasta el 1% del PBI, aproximadamente 1,8 billones de pesos a valores actuales. A pesar de estas reducciones en las transferencias, se espera que el impacto en las arcas provinciales sea limitado, representando solo un 20% del ajuste necesario para equilibrar el resultado financiero.

Por otro lado, el reparto que no depende de la voluntad de la Casa Rosada también experimentará una disminución este año. El año pasado, los gobernadores recibieron el 34% de la recaudación impositiva total, cifra que se prevé caerá hasta el 28% en 2024.

Esta disminución se atribuye al aumento de los recursos tributarios traccionados por impuestos no coparticipados, como derechos de exportación e Impuesto PAIS, así como a la reforma del impuesto a las Ganancias que elevó el mínimo no imponible.

El último episodio en la disputa entre la Nación y las provincias se centró en el recorte de transferencias para subsidiar el boleto de transporte público en el interior. Esta medida generó protestas de los mandatarios provinciales, quienes se comprometieron a sostener el servicio con fondos propios para evitar aumentos en el boleto.

El debate sobre el reparto de fondos entre la Nación y las provincias continuará siendo un tema candente en la agenda política nacional, mientras persistan las tensiones y discrepancias entre ambas partes.