Patricia Bullrich mandó a correr a los cañeros bolivianos que se metieron en Salta

En una reciente declaración, la ministra de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, anunció la incautación de plantaciones ilegales de caña de azúcar y la expulsión de cañeros bolivianos que invadieron territorio argentino en la frontera. La situación generó tensiones en la zona, donde se reportaron denuncias de usurpaciones y atropellos a productores locales.

Bullrich explicó que la Gendarmería fue enviada a la zona del conflicto, específicamente a la banda fronteriza del río Grande de Tarija. Esta acción se produce en respuesta a denuncias que indican que un ciudadano boliviano ocupó "por la fuerza" 2.500 hectáreas en territorio argentino y las ha anexado a Bolivia. Las autoridades están particularmente preocupadas por el avance de los cañeros del departamento boliviano de Tarija sobre tierras argentinas, donde han desmontado áreas selváticas y establecido plantaciones ilegales.

Las denuncias ingresadas en la Fiscalía Federal de Orán revelan que los cañeros utilizaron estas tierras para cultivar y contrabandear aproximadamente 150.000 toneladas de caña de azúcar hacia Bolivia. Según el diario ElTribuno, un individuo identificado como Horacio Cruz sería el líder de este grupo de usurpadores.

El gendarme a cargo del operativo destacó que, debido a la naturaleza cambiante del curso del río Tarija, no se puede determinar de inmediato si hubo una violación territorial. Además, se mencionó que varios hitos que marcan la frontera han sido arrastrados por la crecida del río.

Bullrich aseguró que la Gendarmería ya realizó inspecciones y delimitó la zona utilizando GPS, y que se avanzará con el proceso judicial correspondiente. "No vamos a permitir que extranjeros ocupen territorio argentino ilegalmente", declaró la Ministra de Seguridad, marcando el compromiso del gobierno argentino de proteger la soberanía nacional y las tierras de los productores locales.

La situación refleja un problema más amplio relacionado con la usurpación de tierras y el contrabando en la frontera entre Argentina y Bolivia, lo que ha generado preocupación entre los productores argentinos sobre la seguridad de sus tierras y medios de vida.