Salteño se encontró con su ex en el boliche y se descontroló: "Rompió todo..."

En una noche que parecía ser de absoluta diversión entre los presentes, terminó totalmente en hechos violentos, luego de que un machirulo salteño se haya cruzado con su expareja en el boliche de la zona del Portezuelo y le armó tremendo escándalo. 

La denuncia se presentó el 22 de enero de 2022, luego de que la víctima, una mujer que había sido agredida previamente, encontrara a su expareja en el boliche nocturno. El hombre, quien tenía una prohibición de acercamiento de 200 metros, no le importó nada y encaró a la denunciante, y no solo eso, sino que le arrebató su celular y se escapó para afuera del boliche. 

Ante esto la mujer intentó recuperar su celular en el estacionamiento, y le quitó la llave de la moto al agresor, pero este le respondió que le iba a romper el celu si no le devolvía la llave, además le pidió que se suba a la moto y recién le devolvería el celular. La mujer accedió a acompañarlo a su domicilio en el barrio San Ignacio. Pero una vez en el lugar, el acusado se volvió violento: rompió el celular contra una silla y agredió físicamente a la víctima, golpeándola y amenazándola de muerte. La joven logró escapar y presentó la denuncia.

Por el hecho, un hombre de 32 años fue condenado por una serie de delitos graves, entre los que se incluyen lesiones leves agravadas, amenazas, daño y desobediencia judicial. El incidente, que ocurrió en el boliche, se desencadenó tras una violación de una medida de restricción de acercamiento impuesta previamente al acusado.

El juez Eduardo Sángari, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, dictó una condena de seis meses de prisión de ejecución condicional para el acusado. Además de la pena privativa de libertad, se le impusieron varias obligaciones durante dos años: fijar domicilio y comunicar cualquier cambio, someterse al Programa de Supervisión de Presos y Liberados, y abstenerse de cometer actos de violencia física o psicológica contra la denunciante. También deberá realizar tratamiento psicológico.

Durante la audiencia de juicio abreviado, el acusado reconoció su participación en los hechos y aceptó la pena acordada. La denunciante también dio su consentimiento para el procedimiento abreviado, que permitió una resolución más rápida del caso.