Gritos y desesperación en Vicente Solá: un grupo de bandidos se agarró con la policía

Un episodio de violencia se desató en barrio Vicente Solá cuando una patrulla policial fue emboscada tras responder al llamado de vecinos por desórdenes en la vía pública. El hecho ocurrió el 30 de octubre en la calle Juana Moro de López, donde un grupo de personas, en su mayoría hombres jóvenes y una mujer de 43 años, fue acusado de agredir a los agentes, dañando un móvil policial y amenazando a los efectivos.

La patrulla había llegado al lugar para controlar la presencia de personas consumiendo alcohol y drogas en la vía pública. Al detenerse en un semáforo en la intersección de calle Zuviría, los efectivos fueron sorprendidos por el grupo, que lanzó piedras y botellas contra el vehículo y les profirió amenazas de muerte. Uno de los atacantes, conocido por la policía, se acercó al móvil con un cuchillo, dañando la carrocería y exigiendo a los agentes que bajaran del auto.

Ante la agresividad y cantidad de personas involucradas, los efectivos solicitaron refuerzos. Minutos después, arribaron tres móviles y una patrulla motorizada para respaldarlos, pero el hostigamiento continuó. Cinco personas fueron detenidas en el momento, mientras que el resto del grupo se refugió en una vivienda cercana, desde donde siguieron lanzando objetos y amenazando a los policías.

Los refuerzos encontraron la calzada con basura y un colchón en llamas. Desde la vivienda en Juana Moro de López 546, continuaban los ataques con piedras. Una mujer, señalada por los vecinos como la principal instigadora, insultaba a los efectivos e incitaba al resto a la violencia. Durante su detención, alegó estar embarazada y comenzó a golpearse, intentando obstaculizar la intervención de los agentes.

Tras su traslado a la comisaría, la mujer manifestó sentirse mal y fue atendida por una ambulancia. En el Hospital Materno Infantil, se le practicó una ecografía que descartó embarazo. Al regresar a la Comisaría Tercera, rompió una ventana en un estado de alteración. Por estos incidentes, el fiscal penal Ramiro Ramos Ossorio imputó a 13 personas por los delitos de atentado a la autoridad, daños y amenazas, con el agravante de la participación de un menor.