Una semana de la búsqueda de Matías: "Quiero que lo busquen por debajo del agua"

A una semana de su desaparición, la angustia no cesa para la familia de Matías Emanuel del Valle, el joven de 29 años que cayó al río Arenales en la tarde del jueves 20 de febrero. 

Los operativos de la Policía de Salta se intensificaron, pero aún no hay novedades sobre su paradero. La madre del joven, visiblemente desgarrada, pide justicia y que la búsqueda se realice de manera más exhaustiva, especialmente en las aguas profundas del río, donde teme que su hijo esté atrapado.

Matías, quien reside en el barrio Solidaridad de Salta, desapareció mientras se encontraba con un grupo de amigos cerca del río Arenales. Según los testimonios de quienes lo acompañaban, el joven cayó al agua, y desde ese momento, se perdió todo rastro de él. La familia, desesperada, no recibió noticias alentadoras, y la incertidumbre crece con cada día que pasa.

"Nos dicen que la investigación sigue en curso, pero no tenemos novedades. Seguimos esperando, buscando en todas partes, por agua y por tierra, pero Matías no aparece. Vinimos a la Ciudad Judicial a pedir justicia, para que los responsables, si es que los hay, sean detenidos. Queremos saber qué pasó", expresa con desesperación su madre, quien se convirtió en la voz que clama por respuestas.

En su desesperación, la madre de Matías hizo un pedido específico a las autoridades: que se intensifique la búsqueda en el agua. "Quiero que el fiscal ordene que busquen por debajo del agua. Ya hemos buscado de todas las formas posibles, y no hemos tenido suerte. Puede estar estancado, enterrado, enganchado... No lo sabemos. Lo único que pedimos es que busquen con los medios adecuados", agregó, visiblemente conmovida.

La mujer pide que se utilicen equipos especializados, como la búsqueda lacustre y la intervención de bomberos capacitados en estos casos, para poder realizar una pesquisa más exhaustiva. "Necesitan solamente dar la orden para que se haga de otra forma. Solo quiero encontrarlo, quiero saber qué pasó", concluye entre lágrimas.

A lo largo de estos siete días de búsqueda, los esfuerzos de la Policía y los equipos de rescate no lograron hallar ninguna pista que permita esclarecer el paradero de Matías. La situación se complica con el paso de las horas, y la familia sigue en vilo, sin saber si el joven sigue con vida o si su cuerpo permanece atrapado en las aguas del río.

La investigación sigue su curso, pero la angustia de los padres, amigos y vecinos no hace más que crecer. El reloj corre y la esperanza se mantiene intacta. La búsqueda de Matías continúa, y su madre, sin rendirse, no pierde la fe en que su hijo aparecerá, ya sea en la orilla del río o en los rincones más oscuros de las aguas que arrebataron su rastro.