El conductor del terrible accidente en el camping de Campo Quijano quedó libre

Alfredo Jurado, padre de dos víctimas fatales de un accidente de tránsito, afirmó que "debido a consideraciones políticas" la administración local no lleva a cabo las inspecciones necesarias para prevenir esta tragedia. Además, alertó sobre la falta de conciencia social al respecto.

En 2014, Alfredo Jurado perdió a sus hijos Ana Belén (23) y Juan Cruz (21), cuando un conductor ebrio al volante de un Fiat rojo los arrolló mientras disfrutaban de un asado en el camping de Campo Quijano. 

Fue un suceso trágico que marcó su vida. Durante una entrevista en el programa "Agenda Abierta," recordó este doloroso incidente y criticó a la administración local por la falta de medidas de control. Asimismo, expresó su descontento con las sanciones y las penas impuestas.

Jurado, en primer lugar, se refirió al accidente en la avenida Paraguay que tuvo lugar el pasado domingo y que también involucró a un conductor bajo los efectos del alcohol. En este incidente, un hombre perdió ambas piernas y una mujer lucha por su vida. 

"Estos son sucesos devastadores que destrozan vidas. Eran personas trabajadoras que, en un abrir y cerrar de ojos, vieron sus vidas transformadas. Algunos podrían decir: 'Por suerte, no hubo muertos', pero las heridas y secuelas que quedan son extremadamente graves", comentó Jurado en una entrevista con el periodista Daniel Gutiérrez.

En este contexto, hizo un llamado a la sociedad para que tome conciencia a la hora de ponerse al volante, ya que "no pueden comprender la magnitud del sufrimiento que infligen a una familia". Según Jurado, es necesario un cambio cultural que fomente el respeto por las leyes y regulaciones vigentes, como la política de tolerancia cero. No obstante, ante el aumento de esta problemática, considera que estas medidas deben ser aún más estrictas.

Asimismo, Jurado analizó la falta de controles por parte del departamento de Tránsito, achacándola a decisiones políticas relacionadas con la distribución de los fondos recaudados dentro del municipio, en lugar de priorizar la reducción de la siniestralidad vial y la protección de la vida de los ciudadanos.

Por último, contó que pese a ser uno de los hechos más graves en la vía pública de nuestra provincia, el condenado salió libre a los 6 años.