Terrible robo en un comedor en Salta: "Ya perdí..."

La fiscal penal Analía Adet Figueroa, quien actualmente actúa como subrogante en la Fiscalía Penal Nº 6, ha solicitado la prisión preventiva para un hombre acusado de robo en poblado y en banda. La petición fue presentada ante el Juzgado de Garantías Nº 5 del distrito Centro.

El caso se inició tras la denuncia del propietario de un comedor, quien informó que, al finalizar su jornada laboral, cerró el local con todas las medidas de seguridad. Sin embargo, al día siguiente, descubrió que desconocidos habían forzado una de las rejas de una ventana lateral, dañando la tela mosquitera y abriendo la ventana de vidrio. 

Dentro del establecimiento, notó la ausencia de una guitarra criolla, un parlante y dos cajones de bebidas gaseosas. Durante las investigaciones, el propietario del comedor recibió información que sugería que los responsables podrían ser individuos que se reúnen en la rotonda de Gauchito Gil, entre ellos, el imputado.

La policía logró identificar a un testigo que vio a tres hombres cargando cajones de gaseosas durante la noche y describió a uno de ellos. Con estos datos, los agentes se dirigieron a la intersección de las avenidas Discépolo y Pontussi, donde encontraron a un sujeto cuyas características coincidían con la descripción.

Al ser interrogado, el sospechoso admitió haber vendido los cajones de gaseosas en el asentamiento Virgen de Urkupiña y fue detenido de inmediato. Posteriormente, la policía recuperó los cajones, que fueron entregados de manera voluntaria en el lugar de la venta.

  Al ser consultado, el sospechoso admitió: "Ya perdí, los cajones de gaseosa los vendí en el asentamiento Virgen de Urkupiña", por lo que procedieron a su detención.   

La fiscal Adet Figueroa argumentó que la prisión preventiva es necesaria para asegurar la presencia del imputado durante el proceso judicial, dado que existen serias sospechas sobre su participación en el delito. Además, su historial delictivo incluye una condena en 2015 por robo agravado con uso de arma, con una pena de un año de ejecución condicional. La madre del imputado también informó que él no vive en su hogar porque está en situación de calle, lo que incrementa el riesgo de fuga.