Tenía 14 años y la encontraron muerta debajo de un colchón: comienza el juicio
El juicio por el femicidio de Ludmila Pretti comienza este jueves. Cristian Jerez es el único acusado. La familia de la víctima busca una condena a prisión perpetua.
Este jueves por la mañana dará inicio el juicio por el crimen de Ludmila Pretti, la joven de 14 años que fue asesinada por estrangulamiento con su propio pañuelo en la madrugada del 6 de septiembre de 2020 en una vivienda de Francisco Álvarez, en la provincia de Buenos Aires. El único imputado en la causa es Cristian Adrián Jerez.
El debate judicial comenzó a las 10 en el Tribunal Criminal N°3 de Mercedes. Se prevé la participación de 14 testigos y se estima que el proceso no se extenderá más allá de dos días, por lo que el fallo podría conocerse el viernes o, a más tardar, el lunes.
A Jerez se le imputa el delito de "homicidio agravado por haber sido cometido contra una mujer y mediar violencia de género, con abuso sexual agravado con acceso carnal en grado de tentativa".
Durante la investigación, la calificación legal del caso fue cambiando, y la hipótesis final de la fiscalía sostiene que el acusado intentó abusar de la víctima, quien se resistió, lo que habría llevado a Jerez a asesinarla con la pashmina que ella llevaba a la reunión.
El número de testigos se redujo drásticamente en los últimos días. Inicialmente eran 35, pero ahora solo declararán 14. La mayoría de estos fueron localizados por la familia de Ludmila, quienes realizaron su propia búsqueda de pruebas para el juicio.
"Cuando pasó la desgracia no había ninguno, pero busqué cámaras y me las rebusqué para encontrar gente que pueda declarar. Tuve que golpear puertas por todos lados", relató su padre, Leandro Pretti, en diálogo con TN.
Los padres de Ludmila buscan que Jerez reciba la pena máxima: "La perpetua se la van a dar. Quiero que sufra adentro de la cárcel, porque él sabía todo lo que estaba haciendo. Quiero que esté 35 años adentro, que salga con 59 años de la cárcel".
Leandro expresó que, a pesar del dolor, quiere ver en persona al acusado: "Prefiero verlo cara a cara y que me mire a los ojos. Me preparé para hablarle y preguntarle, lo estoy esperando hace mucho".
"Quiero que me explique qué se le cruzó por la cabeza cuando hizo eso. Él sabía el riesgo que estaba tomando, no es una criatura, tenía 19 años en ese momento", agregó el padre de la víctima. También señaló que la familia del acusado nunca se comunicó con él tras el crimen.
Los allegados de Ludmila también piden que se investigue la participación de otro individuo: el tío de Jerez. Según relató el padre de la víctima, cuando todavía estaban en plena búsqueda de la adolescente, fueron hasta la casa del acusado y allí los recibió su tío, quien negó que Ludmila estuviera en el lugar, aunque luego se confirmó que sí estaba.
"Hay una complicidad de él, supuestamente fue a buscar una pala y dicen que lo vieron en una moto", afirmó Pretti. Sin embargo, en este juicio solo se juzgará a Jerez y su familiar no enfrentará cargos.
En la previa del proceso, Leandro Pretti expresó el dolor que lo acompaña desde la pérdida de su hija: "Voy a tener este dolor de por vida, es algo muy fuerte. La pienso día a día, compré una cajita para que ella descanse en paz".
"Ella tenía un buen porvenir. Tenía su casa, sus animales, su quincho, su pileta. Tuve que vender la casa porque no podía vivir más ahí. Lo que yo viví no se lo deseo a ningún padre del mundo", lamentó.
El abogado de la familia, Roberto Damboriana, adelantó que la principal prueba en el juicio será la testimonial. "La clave es la prueba testimonial, los amigos de Ludmila van a acreditar que se fue con esta persona", señaló.
Además de los testimonios, el tribunal evaluará las declaraciones de los efectivos policiales que hallaron el cuerpo, las pruebas biológicas que confirmaron la presencia de Jerez en la escena del crimen, la autopsia y las causas de muerte.
"Tenemos todo para que le den una condena a prisión perpetua porque era un joven de 19 años contra una chica de 14. La vulnerabilidad es normal y por eso se lo acusa con la gravedad de un femicidio", explicó el abogado a TN.
La noche del crimen, Ludmila había salido con una amiga llamada Mayra para asistir a una reunión a pocas cuadras de su hogar. A pesar de las restricciones por la pandemia, Jerez organizó un encuentro al que acudieron unas diez personas.
Para la madrugada del 6 de septiembre, solo quedaban en la casa Ludmila, Mayra, el acusado y su primo. Según los testimonios, la víctima quedó a solas con Jerez y hubo una discusión.
"Dejame ir, dejame ir", fue una de las frases que los vecinos del departamento lograron escuchar. "Yo me pago el fernet", habría dicho la adolescente en un intento por salir de la vivienda, según declaró una testigo.
Una vecina relató que cerca de las 6 de la mañana vio salir a un joven con una gorra blanca, mientras que Ludmila permanecía adentro con Jerez. Los gritos volvieron a escucharse: "Me quiero ir a mi casa, el sábado que viene te pago el fernet". "Quedate, quedate", le respondió el acusado, hasta que el silencio se hizo presente.
Treinta minutos después, desde el celular de Ludmila se envió un mensaje indicando que estaba por regresar en un remis. El juicio deberá determinar si fue ella quien lo escribió o alguien más.
El padre de la víctima, que había regresado de un viaje ese día, se enteró de la desaparición y rápidamente inició la búsqueda con la ayuda de un familiar policía. En paralelo, Jerez se presentó en la comisaría de Francisco Álvarez como testigo.
Mientras tanto, la Policía halló el celular de Ludmila cerca de la casa del acusado. En ese momento, Jerez se dio a la fuga.
Finalmente, efectivos policiales realizaron un allanamiento de urgencia y encontraron el cuerpo de la joven en el domicilio de Jerez. Estaba semidesnuda, envuelta en una frazada y oculta entre dos colchones.
El informe forense determinó que la causa de muerte fue "paro cardiaco traumático, secundario a asfixia mecánica originada por compresión cervical extrínseca por estrangulación a lazo". La pashmina que la víctima llevaba puesta fue el arma utilizada.
Se estableció que el deceso ocurrió entre las 8 y las 12 del mediodía del 6 de septiembre de 2020. A esa hora, el celular de Ludmila ya estaba apagado.
El hallazgo del cuerpo provocó una intensa búsqueda de Jerez, quien permaneció prófugo poco más de un día. Su celular fue rastreado en un descampado de Francisco Álvarez, donde fue localizado.
Cuando los efectivos llegaron al lugar, lo encontraron escondido entre los arbustos de un arroyo. "¡Me entrego, por favor no me maten!", suplicó antes de ser detenido la noche del 7 de septiembre.
A casi cinco años del crimen y la detención de Jerez, este jueves se dará inicio al juicio por el femicidio de Ludmila Pretti.
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