Salteña murió y dejó el regalo más hermoso: sirenas y alerta

La muerte de una persona no siempre debe significar dolor, sino que a veces puede traer esperanza de vida para otras. Es lo que ocurrió este lunes en el Hospital San Bernardo, donde se llevó a cabo el segundo operativo de ablación de órganos en lo que va del año. 

Minutos después de las 8 de la mañana se activó un cordón sanitario para trasladar los órganos desde el nosocomio más importante hacia el aeropuerto, donde saldrán en viaje hacia diferentes puntos del país. 

La donante se llamaba Patricia Torres y tenía 42 años. Su muerte se produjo tres días después de haber sufrido un siniestro vial, en Cafayate, donde residía.