Salieron a la luz los escalofriantes chats de alumnos que querían repetir una masacre escolar

El hallazgo de un grupo de WhatsApp en el que varios estudiantes planificaban un tiroteo en una escuela del partido de Escobar generó conmoción en la comunidad educativa. La intervención oportuna de una preceptora y la activación del protocolo correspondiente evitaron lo que podría haber sido una tragedia.

Todo comenzó con la denuncia anónima de un padre que, al enterarse de lo que ocurría en un grupo de su hijo, compartió las capturas de pantalla con las autoridades escolares. Las conversaciones pertenecían a un grupo de WhatsApp donde presuntamente cinco estudiantes del colegio secundario Nº2 "Fray Luis Beltrán", de la localidad de Matheu, planeaban un ataque armado para este viernes.

"Me llegaron estas capturas por mi hijo y, la verdad, tengo miedo", expresó el denunciante. El amigo del menor, al ser agregado al grupo, tomó las capturas tras leer los mensajes y decidió salirse. El material fue clave para encender las alertas.

La preceptora del colegio recibió las imágenes y notificó de inmediato a la directora de la institución, Daniela Zabala, quien se comunicó con la persona que había enviado las capturas. Aunque esta se negó a identificarse, accedió a mantener una conversación por chat. Ante la gravedad del contenido, la directora radicó la denuncia en la comisaría de Matheu, y en paralelo el Municipio de Escobar intervino judicialmente.

Los mensajes de los adolescentes son alarmantes. "Vamos a hacerlo en el turno nocturno, hay un par de gilas que quiero bajar", escribió uno de los integrantes. "El que va a arrugar, que se salga ya y más vale que no diga nada, porque tiro en la frente", amenazó otro. También surgieron posibles conexiones con el caso de Ingeniero Maschwitz, donde días atrás se había descubierto un plan similar.

La causa está en manos de la Fiscalía del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil N°2 de Zárate-Campana y continúa en etapa investigativa. Por el momento no se identificaron formalmente ni a las víctimas ni a los implicados, pero el contenido de los chats es analizado minuciosamente por las autoridades.