Raptó a una joven y quisó matar a otra: el salteño más machirulo y peligroso
El hecho ocurrió en diciembre de 2020, cuando el acusado se presentó en el domicilio de su expareja con intenciones de llevarse a su hija de un año de edad, a pasear. La madre de la niña se negó porque llovía y comenzaron a forcejear.
Un hombre, de 44 años, llegó a juicio por agredir a su expareja con un arma blanca y amenazarla con un arma de fuego. Fue declarado reincidente por cuarta vez y fue absuelto por el beneficio de la duda, por una causa acumulada de robo.
El fiscal penal 2 de Metán, Gonzalo Gómez Amado, representó al Ministerio Público Fiscal ante la Sala II del Tribunal de Juicio del distrito Metán, en la audiencia de debate contra Martín Gustavo Olivera Barroso como autor de los delitos de tentativa de homicidio agravado por el vínculo y el género en perjuicio de su expareja y desobediencia judicial en concurso real con el delito de robo por una causa acumulada.
El hecho ocurrió en diciembre de 2020, cuando el acusado se presentó en el domicilio de su expareja con intenciones de llevarse a su hija de un año de edad, a pasear. La madre de la niña se negó porque llovía y comenzaron a forcejear.
Olivera Barroso bajó a la niña en la vereda y lesionó con un arma blanca tipo machete a la mujer en la espalda, la apuntó con un arma de fuego y luego se retiró.
En la denuncia, la víctima señaló que se encontraba separada del acusado hacía un mes debido a hechos anteriores de violencia y que por orden del Juzgado de Violencia Familiar y de Género Distrito Judicial Sur Metán, se encontraba excluido del hogar y debía observar medidas de restricción.
La jueza Carolina Poma Salvadores, le impuso una pena de diez años de prisión de cumplimiento efectivo y lo absolvió por el beneficio de la duda del delito de robo. Lo declaró reincidente por cuarta vez y en el mismo fallo, dispuso la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato Único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
Nosotras alimentamos a esto delincuentes habiendo "todavia" hombres caballeros, solamente por tener un choto en el culo (me paso)
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