Quién es "Cabeza" Díaz, el sicario que pidió perdón y redujo su condena

El nombre de "Cabeza" Díaz, presunto sicario vinculado al narcotráfico y al infame "Coya" Rojas, ha cobrado notoriedad en las últimas semanas tras la difusión de un audio en el que se jacta de su arsenal y sus actividades delictivas. "Tengo autos, fierros, chalecos y handies", afirmaba Díaz en la grabación, revelando la magnitud de su operación clandestina. Según fuentes, por sus servicios, exigía hasta 80 mil dólares, evidenciando la grave implicación de su figura en la criminalidad de la región.

Díaz operaba bajo un manto de clandestinidad, siendo avistado en la frontera bajo estricta custodia y adoptando disfraces que incluían un bigote y gorra para eludir la justicia y continuar con sus actividades delictivas. Su captura en Bolivia fue celebrada por el ministro de Gobierno del país vecino, Carlos Eduardo Del Castillo Del Carpio, lo que inicialmente parecía un triunfo para las autoridades.

Sin embargo, el caso de "Cabeza" Díaz se tornó aún más complicado con el desarrollo del juicio por el homicidio de Darío Monges, un colaborador político de la provincia, cuyo cuerpo fue encontrado el 3 de septiembre de 2023 en su camioneta Ford Eco Sport, con cinco impactos de bala en la cabeza. Resulta inquietante que, un mes antes del asesinato, Monges había visitado a Díaz en el penal de Orán, haciéndose pasar por abogado con la autorización de Ángel Sarmiento, entonces encargado de Políticas Penales, a pedido del exsecretario de Seguridad de la provincia, Benjamín Cruz.

En el juicio relacionado con este crimen, se encuentran imputados Roberto Catalino Bejarano y sus hijos, Santiago Ismael y Roberto David, quienes también están vinculados al narcotráfico. La complejidad del caso se incrementa con la reciente denuncia del procurador de la provincia, Pedro García Castiella, sobre una conspiración narco que busca acabar con su vida, involucrando a varios actores del narcotráfico local, incluido Palavecino, identificado como "el protector" de Díaz.

A medida que se desarrollan los acontecimientos, la figura de "Cabeza" Díaz se convierte en un símbolo de la impunidad y la corrupción que aquejan a la lucha contra el narcotráfico en la región, generando un clamor por justicia y medidas más severas en el combate a estas organizaciones criminales. Su historia refleja la encrucijada de la violencia, el miedo y el poder que el narcotráfico ejerce sobre las comunidades y el sistema judicial.